En una entrevista en la Cadena Ser, Castro ha argumentado que el marido de la infanta Cristina ya «desoyó por completo» la orden de su suegro, el entonces rey Juan Carlos, «y continuó con sus negocios» al frente de Nóos, cometiendo delitos fiscales, malversación, prevaricación, fraude a la Administración y tráfico de influencias, por los que desde junio del año pasado cumple una condena de 5 años y 10 meses de cárcel.
El exjuez ha rebatido el argumento empleado por el juez de vigilancia penitenciaria de Valladolid que ha apelado a la necesidad de evitar el «aislamiento» de Urdangarin para permitirle hacer tareas de voluntariado fuera de la cárcel de Brieva (Ávila), donde es el único recluso varón.
«No la eligió (la prisión) por la gastronomía abulense, la eligió porque le convenía. Durante todo el tiempo que ha permanecido allí, que yo sepa (…), no se ha quejado de su salud psíquica por el hecho del aislamiento, ningún médico ha emitido informe alguno al respecto», ha manifestado Castro.
El instructor de Nóos ha expresado su discrepancia con el juez de vigilancia, que resuelve la petición de Urdangarin como si el aislamiento le hubiese sido impuesto, y ha considerado que «ha habido un trato de cierto favor» que puede suponer un «agravio con presos que planteen peticiones similares».
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