El cambio de rumbo se refleja en las modificaciones de las listas del partido, con la expresidenta del Congreso y exministra Ana Pastor de número dos por Madrid, entre otros movimientos, pero también en el lema elegido para la campaña «Por todo lo que nos une», presentado este lunes.
El PP ha decidido no recurrir a la palabra España para esta frase, con la que pretende presentarse como única alternativa al candidato socialista Pedro Sánchez, a diferencia de PSOE, Ciudadanos y Vox, que sí llevan este sustantivo en sus lemas, y a la espera de lo que elija Unidas Podemos para el suyo.
La estrategia de campaña de los populares ya se moderó tras la debacle de las elecciones generales del 28 de abril, aunque la gran pérdida de escaños que Casado atribuyó a la fragmentación del voto de centro derecha hizo que redirigiera más sus críticas contra Ciudadanos y Vox, en lugar de contra el PSOE.
Ahora, para la repetición electoral, los socialistas vuelven a ser el adversario fundamental en unos comicios para los que todas las encuestas apuntan a un reforzamiento del bipartidismo y una caída más o menos acusada de las otras fuerzas.
Casado evita atacar directamente a Ciudadanos y Vox ya que sabe que son sus socios naturales si de alguna manera tiene posibilidades de sumar para gobernar a partir del 10N. En caso de no conseguirlo, mantiene su «no» a facilitar la investidura de Pedro Sánchez.
Los populares salen «a ganar» en estas nuevas elecciones, que son para el partido una segunda oportunidad inesperada para corregir los errores del 28 de abril.
Aunque de cara al público no hay ningún tipo de autocrítica ni se reconoce un cambio de rumbo, lo cierto es que Casado ha situado con él en la lista por Madrid a tres exministras de los Gobiernos de Rajoy y de Aznar, ya que además de Pastor, figuran Isabel García Tejerina y Elvira Rodríguez.
Además, ha recuperado a asesores y cargos del Gobierno de José María Aznar como Gabriel Elorriaga o Carlos Aragonés.
Al mismo tiempo, ha relegado en esta candidatura a Adolfo Suárez Illana, quien fue una de sus apuestas personales de número dos al Congreso en las pasadas elecciones.
También es previsible que prescinda de Juan José Cortés, fichado como número uno al Congreso por Huelva para el 28A, a falta de la decisión que adopte el Comité Electoral reunido desde esta mañana.
Se trata de «ajustes» en las listas, según ha explicado el secretario general del partido, Teodoro García Egea, que incluyen a Mari Mar Blanco como número uno por Álava -después de haber sido diputada por Madrid en la última legislatura- en el puesto que ocupó el exsecretario de Organización, Javier Maroto.
Y mientras, a la espera de la decisión oficial del Comité Electoral, se mantienen fuera de las candidaturas populares dos nombres cuya inclusión se barajó en las últimas semanas.
Por una parte, la exministra de Trabajo Fátima Báñez, quien no ha querido volver a la política tras dejarla para dedicarse a la actividad privada. Por otro lado, la exlíder de UPyD, Rosa Díez, a quien el partido invitó a un acto sobre la coalición España Suma.
El PP asegura que hay que «mirar al futuro» y más allá de la representación de los Ejecutivos de Aznar y Rajoy en las listas, no quiere que los expresidentes cobren protagonismo en esta campaña en la que el cabeza de cartel indiscutible es Casado.
Tanto que alguien del partido llegó a ironizar con plantear entre las preguntas que el PP ha lanzado como parte de su precampaña: «¿Aznar o Rajoy?», con la respuesta «Casado». Pero, finalmente, en la taza que esta mañana han obsequiado en la presentación de su campaña la cuestión se ha quedado en: «¿Solo o con leche? Café».
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