En un desayuno-informativo del Fórum Europa-Tribuna Cataluña, el vicepresidente del Govern y coordinador nacional de ERC ha criticado «la falta de voluntad de diálogo» con Cataluña, evidenciada, ha dicho, por el presidente del Gobierno en funciones y candidato del PSOE, Pedro Sánchez.
ERC, ha indicado, desea volver a ganar las elecciones en Cataluña con el compromiso de buscar el diálogo con el Estado y, en este sentido, ha vuelto a defender su propuesta de crear una gran mesa de diálogo, que ya expuso en una reciente conferencia pronunciada en Madrid.
«Ahora -ha lamentado Aragonès- este diálogo es más difícil que meses atrás, cuando el PSOE aún estaba dispuesto a dialogar con el independentismo y evitar un gobierno de la derecha» mientras que ahora, ha reprochado, encontramos «un PSOE y un candidato más nacionalista español que nunca».
En su opinión, «Sánchez parece que necesita alimentar el conflicto con Cataluña para justificar una gran coalición de facto con el PP de Pablo Casado», lo que implica «dar una nueva oportunidad al bipartidismo» aunque esto acabe proporcionando «a la ultraderecha la posibilidad de aumentar sus escaños».
«Hay un peligro real de querer cerrar en falso el conflicto con Cataluña para salvaguardar un régimen del 78 ya caducado, y esto bajo la excusa de una emergencia nacional», ha explicado.
En este punto, ha reprochado a Sánchez que prefiera «cronificar el conflicto con Cataluña en vez de buscar soluciones políticas».
Ha advertido, sin embargo, que «cuanto más tarde en sentarse en una mesa de negociación, más enquistado estará el problema y más confrontación habrá producido».
«Que coja el teléfono quien le toca hacerlo, hay que utilizar el diálogo y la palabra sin temor, a nadie le debería dar miedo hablar, que no es un síntoma de debilidad, sino la posibilidad de llegar a soluciones desde las legítimas posiciones ideológicas de cada parte», ha puntualizado.
«Es la hora de la política para construir un espacio de negociación imprescindible para salir del actual callejón sin salida», ha recalcado Aragonès, puesto que «quien renuncia a tener interlocutores renuncia a la política, y sin ella solo hay autoritarismo».
Sobre su propuesta de Mesa de Diálogo, ha reiterado las cuatro premisas que deberían sentar sus bases: el reconocimiento de las partes, que no haya vetos y se pueda hablar de todo, que la negociación finalice con un sistema de validación democrática, y que haya mecanismos que hagan posible la seguridad jurídica.
Pere Aragonès ha pedido que el 10N «no sea una victoria de los que niegan el diálogo, trabajan por una gran coalición con el PP» y «hacen desaparecer y aparecer» en pocas horas «el federalismo y el plurinacionalismo de sus programas electorales».
Según el vicepresidente del Govern, «el autonomismo ha muerto, y no lo hemos matado nosotros, sino los que emprendieron un proceso de recentralización del Estado rompiendo el pacto constitucional».
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