«Hace falta que Vox tenga mucha fuerza, porque si no, al PP y Ciudadanos les tiemblan las piernas, es necesario como hemos demostrado en Andalucía, Madrid y Murcia», ha recalcado Abascal en el mitin final de campaña.
Igual que en las elecciones del 28 de abril, el partido de Abascal ha escogido para el cierre la madrileña plaza de Colón que, según ha dicho, «es ya la plaza de Vox», su «talismán» y donde solo su formación se «atreve» a convocar a sus partidarios.
Como ya ha venido haciendo durante la campaña, Abascal ha apelado a todos los españoles, incluidos los socialistas, porque «Vox es mucho más que un partido político», ha afirmado.
«Es una alternativa patriótica que quiere llamar a todos sin distinción y poner el acento en todo lo que une a millones de españoles por encima del sectarismo ideológico», ha subrayado y ha destacado que, por eso, en sus mítines no ondean las banderas verdes de su partido, sino la bandera de España.
El líder de Vox ha defendido que la unidad de todos españoles es una prioridad ante la «emergencia nacional» que atraviesa el país a causa del independentismo catalán y ha arremetido contra los «patriotas de hojalata que quieren destruir la convivencia».
Abascal ha mantenido en su discurso final que hay una «estrategia de criminalización» contra su partido orquestada por los otros partidos y algunos medios de comunicación.
Pero ha advertido de que sean los escaños que sean los que logren el domingo, Vox tiene una «responsabilidad patriótica» y los utilizará para construir la alternativa que, en su opinión, necesita España.
«Tenemos el deber de salir a ganar las elecciones y si no lo conseguimos, lo intentaremos dentro de cuatro años y si no, de ocho. Jamás dejaremos de intentarlo, porque España necesita nuestra ambición», ha advertido.