El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, se ha limitado a comentar que tiene una opinión sobre esta cuestión, pero que se la dirá directamente al líder del partido, Pablo Casado, en la reunión de hoy.
También el líder del PP vasco, Alfonso Alonso, han evitado pronunciarse a este respecto porque, ha argumentado, es una cuestión que se abordará en el Comité Ejecutivo.
Por su parte, el presidente andaluz, Juanma Moreno, ha seguido la línea establecida por Casado la misma noche electoral, al señalar que «la pelota está ahora en el tejado de Sánchez», y que será él el que deberá mover ficha, lo mismo que ha opinado el líder del PP extremeño, José Antonio Monago.
Para el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, la estrategia debe de estar basada en la «moderación, sensatez y responsabilidad», y la postura que el PP ha defendido siempre de que es «la alternativa» a un Gobierno de Sánchez.
Así, todos han coincidido en que la estrategia debe ser marcada por la Ejecutiva nacional, aunque la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha desmarcado al asegurar que esta decisión solo corresponde a Casado y el resto de dirigentes debe limitarse a respaldarle.
«Los demás no tenemos nada que opinar al respecto, es opinar por opinar», ha afirmado. Para Díaz Ayuso es el líder del partido el que sabe «qué decisión es la mejor para España» y tomará «la más correcta».
Por su parte, el senador Rafael Hernando ha considerado que una abstención a la investidura de Sánchez es ahora mismo «absolutamente imposible», pero tampoco a otro candidato socialista.
Cree que el PP «nada tiene que ver» con el presidente del Gobierno en funciones, ni con su entorno, y «mucho tendrían que cambiar las cosas» para facilitar que siga en La Moncloa.
Solo el exministro y eurodiputado José Manuel Margallo ha mostrado claramente su postura, que es favorable a una «coalición» de partidos constitucionalistas, aunque ha puntualizado que esto exigiría una «revisión total» de las cosas que ha hecho Sánchez, tanto con respecto a Navarra, como Cataluña y a nivel económico.