En declaraciones antes de la Diputación Permanente, Maroto ha dicho que se ve al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «claramente enfurecido» por estos anuncios de sus socios de la formación morada y que estos, su vez, «desconfían» de los socialistas por lo que han avanzado sus nombres en el Ejecutivo.
«Se están tirando de los pelos antes de empezar y esto tiene un nombre que es minicrisis», ha insistido Maroto, para quien también Sánchez ha incurrido en una «máxima contradicción» al jurar esta mañana su cargo ante el rey, porque ha prometido guardar y hacer guardar la Constitución y sus socios de Gobierno no lo hacen.
Además ha reprochado a Sánchez su «estrategia de despiste» al poner la investidura «entre los regalos de Reyes» cuando los españoles están «entretenidos en atender a sus familias» pues ahora, una vez investido, va a dejar el nombramiento de los ministros para la semana que viene.
Así que mientras antes tenía «una prisa inmensa», una vez conseguida la investidura «si te he visto no me acuerdo», ha ironizado Maroto, al tiempo que ha apuntado que este tiempo lo está aprovechando «muy bien el otro presidente», en referencia al líder de Podemos, Pablo Iglesias, para anunciar sus nombramientos.
Sobre la afirmación de la diputada de ERC Montserrat Bassa, ayer en la sesión de investidura, de que le importa «un comino» la gobernabilidad de España, el portavoz popular dice que no le ha sorprendido «nada», ya que a este partido no le importan «ni los propios catalanes, que los tiene atiborrados de procés y referéndums».
Sí se ha mostrado sorprendido, sin embargo, porque alguien de un partido que apoya al Gobierno «dice que es un verdugo» y Sánchez se quede callado en respuesta, con lo que se ha convertido en «cómplice».
Y ha recriminado que el presidente del Gobierno ha tenido el «silencio más espantoso» ante esta intervención de ERC y la posterior de Bildu, lo que supone que «consiente» con lo que dijeron esos grupos.
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