Fuentes de Vox han confirmado que esos son los dos días que estudia el Comité Ejecutivo Nacional para convocar la sesión ordinaria anual, en la que no se esperan cambios significativos de funcionamiento ni de cariz político.
Respaldado por el crecimiento de los últimos meses, en los que ha pasado de no tener apenas representación en las instituciones a ser la tercera fuerza política del país, la dirección del partido presentará un balance notable a los cerca de 56.500 afiliados, 21.000 más que hace un año.
A la espera de que el Comité Ejecutivo fije el orden del día definitivo, lo que hará en su reunión de finales de enero o principios de febrero, la Asamblea será clausurada por Santiago Abascal.
El secretario general, Javier Ortega Smith, presentará el informe político que, junto a los de tesorería y organización, serán los tres que serán sometidos a aprobación por parte de la Asamblea, además de las cuentas anuales.
Hasta ahora ni afiliados ni comités provinciales han remitido al partido ninguna propuesta para su debate en la Asamblea General, lo que pueden hacer hasta 20 días antes de su celebración.
Según los estatutos de la formación, para que una iniciativa de los afiliados pueda ser incluida en el orden del día, debe se propuesta por al menos un 20 por ciento de ellos.
La anterior Asamblea General de Vox tuvo lugar el 23 de febrero del año pasado. El partido desvinculó la fecha elegida del aniversario del intento de golpe de Estado del 23F de 1981.
Entonces ya fueron modificados los estatutos y los reglamentos internos de procedimientos electorales y de actuación del Comité de Garantías para adaptarlos al rápido crecimiento que ya había empezado a experimentar el partido.
En esta ocasión no habrá reforma de estatutos ni reglamentos, han indicado la fuentes, que precisan que si acaso, podrían producirse algún cambio mínimo en el organigrama.
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