Felipe VI ha saludado uno a uno en el Salón de Audiencias del palacio a los representantes de la fundación que han acudido a esta audiencia encabezados por su presidenta y esposa de Ordóñez, Ana Iríbar.
También han estado presentes su hijo, Javier Ordóñez (que tenía catorce meses cuando su padre fue asesinado), Consuelo Ordóñez, su hermana, y otros miembros de la fundación, entre ellos Esperanza Aguirre, Ana Botella y Jaime Mayor Oreja.
Después de una foto con todos ellos el rey ha mantenido una reunión enmarcada en el 25 aniversario del asesinato del que fuera presidente del PP de Guipúzcoa.
Al término del encuentro, Iríbar, en declaraciones a los periodistas, ha agradecido que el rey se haya unido a esa conmemoración recibiéndoles en Zarzuela así como su constante apoyo a las víctimas del terrorismo tanto como príncipe como en su condición de jefe del Estado.
Para ella, ha sido emocionante el acto en recuerdo de «un hombre valiente, honesto y brillante y que hizo todo lo que pudo para cambiar la sociedad en la que le había tocado vivir».
Ha hecho referencia a su hijo para subrayar que él siempre le dice que «le han arrancado los recuerdos de su padre», una situación que ha asegurado que ella nunca podrá perdonar.
Tras revivir la dureza de los momentos a los que tuvo que hacer frente hace un cuarto de siglo, ha lamentado que en la actualidad «el discurso político de ETA siga presente en las instituciones».
Una circunstancia que ha calificado de «deplorable» porque cree que resta credibilidad a la democracia española.
Por su parte, Consuelo Ordóñez ha incidido en este asunto para considerar que los mensajes de su hermano hace 25 años son perfectamente trasladables a la situación política actual.
«Hemos llegado al final más diferente al que mi hermano había soñado. Estamos en el final de ETA, pero es un final negociado y se han aceptado sus exigencias para dejarnos de matar», ha añadido.
Fue el 23 de enero de 1995 cuando Ordóñez fue asesinado por la banda terrorista mientras comía junto a otras tres personas en un restaurante de San Sebastián.
En diciembre de ese mismo año nació la fundación que lleva su nombre, que preside su esposa y que pretende preservar la memoria histórica del parlamentario vasco.
También trabaja para conservar y divulgar los ideales de Ordóñez y abogar por la defensa de la vida, la convivencia pacífica, la libertad, la ayuda a todas las víctimas del terrorismo y el reconocimiento público de sus derechos.
Con motivo de cumplirse los 25 años del asesinato, están previstas diversas actividades en su memoria, entre ellas la apertura de una exposición en San Sebastián el próximo jueves titulada «Gregorio Ordóñez. La vida posible», y la colocación dos días después de una placa conmemorativa.
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