La economía catalana confirma así su ralentización, tras haber crecido por encima del 3 % en 2015 (3,9 %), 2016 (3,4 %) y 2017 (3,3 %), y un 2,6 % en 2018.
El sector servicios repuntó un 2,9 % en comparación a 2018, la construcción lo hizo un 2,5 %, la agricultura decreció un 2,5 % y la industria cerró 2019 en negativo (-0,1 %), a pesar de haber repuntado un 0,4 % en el último trimestre.
En el último trimestre del año la economía catalana repuntó un 1,8 % interanual, dos décimas menos que en el tercer trimestre, mientras que la desaceleración económica también se notó en términos trimestrales, ya que el PIB catalán aumentó un 0,2 % en los tres últimos meses de 2019, una décima menos que en el tercer trimestre.
En cambio, el conjunto de la economía española creció un 0,5 % en el último trimestre del año en términos intertrimestrales.
En un comunicado, el Idescat ha destacado que el repunte del PIB en 2019 se fundamenta en la notable actividad del sector servicios (+ 2,9 ), gracias a las ramas de actividades profesionales y de los servicios de administración pública, educación, sanidad y servicios sociales.
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