Este grupo político quiere saber bajo la supervisión de qué cuerpo policial se permitió desembarcar el ferry Cap Finisterre, que conecta semanalmente el puerto inglés de Portsmouth con Bilbao, y por qué no se cumplió la orden ministerial de cierre de fronteras para paliar las consecuencias de la propagación del COVID-19.
La senadora nacionalista Almudena Otaola señala en su iniciativa que el ferry transportaba a 850 pasajeros y 107 tripulantes, y que el cierre de fronteras debía producirse desde la medianoche del lunes para paliar las consecuencias de la propagación del COVID-19.
Tras conocer la crítica del PNV, la Policía Nacional ha recordado que el decreto ley de alerta ha cerrado las fronteras terrestres españolas, pero no las marítimas ni las aéreas, han informado fuentes de este Cuerpo.
Por tanto, el ferry podía llegar, se permitió atracar al buque, y la Policía Nacional realizó el control de pasaportes con normalidad.
Según estas fuentes, la mayoría de los pasajeros eran españoles que regresaba a sus casas, y casi todo el resto británicos residentes en España, sobre todo en el Mediterráneo. Por tanto, podían regresar a sus viviendas.
Mañana jueves atracará en Bilbao el último ferry, ya que las líneas han sido suspendidas y, según estas fuentes, ya solo trae 40 personas a bordo.
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