Ésta ha sido la propuesta que la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, ha planteado este martes a la Mesa, que ha dado su visto bueno.
Varios grupos parlamentarios habían solicitado al órgano de gobierno del Congreso que buscara un mecanismo para donar, a entidades o a asociaciones que estén trabajando en diversos ámbitos para hacer frente a la pandemia, algunos de los conceptos que en marzo, con la actividad suspendida, no se emplearon.
Era el caso de las indemnizaciones que los diputados cobran, aparte de la asignación constitucional que reciben al mes, para cubrir los gastos que les genera el ejercicio de las funciones parlamentarias.
Esta partida supone un desembolso mensual, total, de casi 650.000 euros.
Pero la Secretaría General del Congreso, como en abril se cierra el ejercicio anterior, ha hecho una estimación sobre el remanente de tesorería que le queda a la Cámara, es decir, de partidas presupuestadas pero no ejecutadas y correspondientes a ejercicios anteriores.
La cuantía que se acumula al respecto es de unos tres millones de euros.
Distintos grupos, además, han decidido hacer donaciones por sus propios medios.
El PSOE procederá a donar esas cuantías de las indemnizaciones de sus diputados, el PP ha creado un fondo común, y Vox, por ejemplo, aboga por destinar la cantidad de las subvenciones que como grupo propio le entrega el Congreso mensualmente.
La Cámara no tiene capacidad para obligar a los diputados a que hagan donaciones, ya que tanto la asignación que cobran como las demás indemnizaciones y complementos por cargos parlamentarios son derechos adquiridos y consagrados en el reglamento.
Por otra parte, la presidenta del Congreso ha propuesto que a partir del 13 de abril se levante la suspensión de los plazos reglamentarios que se aprobó el pasado 19 de marzo, como consecuencia de la congelación de la actividad parlamentaria.
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