Urkullu ha comparecido ante la Diputación Permanente del Parlamento Vasco para explicar las últimas actuaciones de su Gobierno en torno a la pandemia del coronavirus, en un momento en el que todas las administraciones tienen la vista puesta en la desescalada.
Esta ha sido la segunda vez en la que ha comparecido ante este órgano parlamentario. En la anterior ocasión, el 24 de abril, Urkullu ya planteó la posibilidad de que las elecciones autonómicas se celebren el mes de julio, una decisión que podría tomar la próxima semana tras reunirse con los partidos vascos.
En su comparecencia de este viernes, el lehendakari ha insistido en que «toca hablar de elecciones» por responsabilidad, aunque ha reclamado que no se plantee este debate en «términos electoralistas», porque «nadie cuenta con certezas en una situación de incertidumbre, dificultad y volatilidad» como la actual.
No se trata de hablar de una fecha u otra, según él, sino de «tomar decisiones con responsabilidad, contando con toda la información, con garantías suficientes y la debida antelación».
En este sentido, Urkullu ha dicho que la «normalización parlamentaria, institucional y política es fundamental para afrontar la recuperación social, económica y del empleo» tras la pandemia de la COVID-19, y ha garantizado que hay «mecanismos preventivos suficientes para desarrollar cualquier tipo de actividad, garantizando la salud y la seguridad de las personas».
Para ello se deben asegurar las condiciones de control de la enfermedad y los servicios públicos de «carácter autonómico y estatal que permitan el acceso a toda la sociedad a su derecho al voto», con un plan de seguridad y protección de la campaña y la jornada electoral para toda la ciudadanía y para las personas que trabajarán en el dispositivo electoral.
«Las elecciones en Euskadi siempre deberán contar con garantías sanitarias y democráticas», ha afirmado el lehendakari un día después de que la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, afirmara que estos comicios se podrían convocar en julio «con la máxima cautela y coordinación» si así lo estima el lehendakari.
Urkullu ha insistido en la necesidad de que los partidos dialoguen sobre la celebración de las elecciones para llegar a un acuerdo «con el máximo consenso posible» y para ello se celebrará una nueva reunión con las formaciones políticas el próximo 14 de mayo.
El lehendakari ha afirmado que la situación sanitaria y socio-sanitaria en Euskadi está «controlada», aunque ha advertido de que esos sistemas deben «permanecer en guardia ante cualquier repunte».
Ha hablado de la desescalada y ha reiterado su posición de que debe gestionarse desde los principios de «proximidad y subsidiariedad» con respeto al marco competencial del autogobierno, mediante una «gobernanza colaborativa» y un modelo de «codecisión real».
Ha destacado la conveniencia de «dejar atrás progresivamente el confinamiento» para retomar la actividad económica y social, y que la crisis «sin precedentes» que se está generando no haga que se resientan los sistemas de salud y el estado de bienestar.
Ha defendido la realización «masiva» de pruebas a la población en general, lo que «facilitará una apertura controlada de la actividad y la detección rápida de nuevos casos para su aislamiento social».
Esa situación y estas medidas posibilitarán «un horizonte de certidumbre» para que se puedan celebrar algunas actividades y eventos socioculturales los próximos meses, garantizando la salud pública.
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