«Apelo a su responsabilidad para que aparque las batallas sectarias y partidistas y piense en grande para trabajar para los españoles. Eso sí será la nueva normalidad, eso si será la nueva política», ha insistido Bal en la sesión de control parlamentaria al afearle el comportamiento de su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y de algunos ministros.
Sánchez ha asegurado que van a hacer «todo lo posible y más» para conseguir ese clima de entendimiento, recordando que precisamente Ciudadanos ha sido «testigo» de esa voluntad de llegar a acuerdos con la oposición, lo que ha dado lugar -ha enfatizado el presidente- a acuerdos «que son buenos para la ciudadanía».
En esta línea, Sánchez ha recordado la creación de la comisión parlamentaria de reconstrucción, las catorce conferencias de presidentes autonómicos que se han celebrado durante estos últimos meses en el marco de la crisis del coronavirus, las reuniones sectoriales o el impulso del diálogo social para extender los ERTE.
«Hemos hecho un esfuerzo para consensuar, pactar y rebajar la tensión. ¿Podemos hacer más? Sin duda alguna», ha subrayado el presidente al recordar también que al principio del estado de alarma propuso además que, una vez superada la emergencia sanitaria, se constituyera una comisión de evaluación de la COVID-19.
El objetivo de esta comisión, ha explicado, es tener un debate constructivo y saber exactamente qué es lo que hay que mejorar del sistema de salud pública y qué medidas se deben adoptar en el sector productivo para que España se pueda autoabastecer de material sanitario.
Bal ha insistido en responsabilizar a algunos miembros de su gabinete de fomentar un ambiente de tensión y en concreto ha citado a Pablo Iglesias por «montar un espectáculo y acusar de golpistas a un grupo parlamentario», al referirse a Vox, y a la Comunidad de Madrid «de comportarse de manera criminal».
Una actitud que ha reprochado igualmente a los ministros Alberto Garzón, «que dice que las Fuerzas Armadas están deseando dar un golpe de Estado» o a Fernando Grande Marlaska por la polémica de la Guardia Civil.
Ha preguntado al presidente si no «va a llamarles al orden» y rebajar el tono de su gabinete, recalcando que el consenso se consigue hablando «y tendiendo la mamo a quien piensa diferente», ha afirmado Bal al poner en valor los acuerdos que se han alcanzado en los ayuntamientos de Granada y Madrid, y en comunidades con Aragón, Castilla León y Castilla La Mancha.
«¿Es que estamos condenados al guerracivilismo, a la bronca, a la política de trincheras?», ha preguntado Bal a Sánchez.
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