La Secretaría de Estado de Medio Ambiente coincide también en que esa es la distancia mínima en la que no deberían usarse los abonos agrícolas cuyos nitratos y fosfatos contaminan la laguna salada, mientras que los ecologistas son partidarios de llevar esa prohibición hasta los 2 kilómetros de la línea de costa.
En un comunicado, Juan José Molina, portavoz naranja en la Asamblea Regional de Murcia, socio de Gobierno del PP pero que forzó la tramitación de la norma, dice este martes haber trasladado la apuesta de la dirección del partido en esa comunidad a una enmienda que apuesta por la medida en la que «todos los expertos consultados coinciden para evitar la contaminación por nutrientes agrarios».
Así, explica, «se debe prohibir la aplicación de todo tipo de fertilizantes, estiércoles o abonado en verde en una franja de unos 1.500 metros para permitir tan solo cultivos leñosos y agricultura sostenible con estiércoles y enmiendas orgánicas bajo las técnicas y cantidades especificadas en el código de buenas prácticas agrarias».
Los criterios técnicos de preservación de la laguna salada «deben prevalecer» y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) «es muy clara al respecto. Nuestra agricultura es perfectamente compatible con el Mar Menor si nos atenemos a estas limitaciones y a las buenas prácticas», añade.
Según sus palabras, la dirección regional de Ciudadanos considera que con el Mar Menor «es hora de ser valientes» y tiene un conjunto de enmiendas «de calado» preparadas para mejorar de manera consensuada la ley, para lo que buscará «con ahínco» el máximo acuerdo en este importante asunto de todos los partidos en una ronda de contactos en la que se alejará «de la crispación, del grito y del insulto», concluye.
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