Será el próximo 22 de julio cuando el Congreso dé el visto bueno a las propuestas surgidas de este órgano parlamentario, en cuya última sesión los grupos parlamentarios han ido despejando dudas sobre su posición ante los borradores, en algún caso condicionada a modificaciones que han considerado fundamentales.
Vox ha anunciado durante el debate matutino de los centenares de enmiendas aún vivas -y mientras los otros grupos ultimaban algunas transaccionales- que no iba a participar en la votación del dictamen de la tarde.
Lo ha justificado porque sus conclusiones estaban escritas de «antemano» para «blanquear» la gestión «criminal» de la pandemia del Gobierno, en palabras de Macarena Olona.
La ausencia de este grupo ha facilitado a los socialistas la negociación para garantizar la aprobación de capítulos en los cuatro ámbitos de los trabajos: Sanidad, Reactivación Económica, Políticas Sociales y Unión Europea.
La portavoz del PP en la comisión, Ana Pastor, ha anunciado la abstención de su grupo al acuerdo sanitario y al de la UE, donde había un principio de acuerdo, y el rechazo a los de políticas sociales y economía, si bien ha apuntado que hay tiempo para seguir negociando en los 18 días que restan hasta el debate plenario.
El apartamiento de los populares ha llevado a la portavoz socialista, Adriana Lastra, a acusar al PP de convertirse en un «agente de inestabilidad» y en el partido de la «confrontación», el «bloqueo» y «la bronca» porque «en lugar de sumarse a todos los demás» haya decidido «aliarse a la crisis para tratar de derrocar al Gobierno».
Y ha puesto el acento en que la negativa del PP a avalar el copago farmacéutico y la universalidad de la sanidad han impedido que prosperaran consensos que ellos veían cercanos.
También el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha considerado «lamentable» la actitud del PP y ha considerado una «pena» que utilice estas materias para hacer oposición sin ser capaz de «anteponer los intereses del país a los del partido».
Con Ciudadanos la negociación ha dado resultado positivo salvo en el ámbito de Políticas Sociales, debido a que este grupo respalda ayudar económicamente a los centros educativos concertados frente a PSOE y Unidas Podemos, quienes reiteran su apuesta por respaldar la enseñanza pública y no están dispuestos a cambiar este punto.
Cs ha llegado a acusar de «sectarismo» al Gobierno y su portavoz, Edmundo Bal, ha exhortado a sus socios a rectificar de aquí al pleno del 22 porque, de lo contrario, no podrán contar con el apoyo de su grupo.
En cuanto al PNV, su voto será negativo para los documentos sobre economía, sanidad y políticas sociales, si bien en el referido a Europa su portavoz, Aitor Esteban, admite que podría pasar a la abstención e incluso a apoyarlo si culmina el diálogo «fructífero» con los socialistas.
ERC ha rechazado el dictamen económico y también el sanitario porque a juicio de su portavoz, Gabriel Rufián, intenta «llevarse por delante las competencias de las comunidades», sin embargo, se ha inclinado por la abstención en el de la UE.
Junts per Catalunya ha desacreditado los cuatro documentos por ser «muy genéricos» y «muy poco concretos» y sin cuantificación económica que permita hacerlos realidad, en palabras del diputado Ferran Bel, quien ha considerado «patente» que se quieren retirar competencias autonómicas en sanidad.
EH Bildu ha optado igualmente por votar no a todas las conclusiones, mientras formaciones minoritarias como Teruel Existe o Compromís han apoyado algunos dictámenes, en el caso de este último partido tras aceptar el Gobierno una enmienda suya en favor de la reforma de la financiación autonómica antes de final de año. EFE
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