Este miércoles el presidente de la comarca, José Ángel Solans, se ha reunido con el alcalde de Albalate de Cinca, Ricardo Chárlez, representantes de las áreas de servicios, protección civil, y servicios sociales del ente comarcal y con miembros de Cruz Roja, Cáritas y Guardia Civil para analizar la situación derivada del brote y buscar «soluciones rápidas», se informa en un comunicado remitido por la comarca, una de las seis zonas de Aragón que ha tenido que retroceder a la fase 2 de la desescalada.
Para detener «cuanto antes» los posibles contagios, la comarca ha solicitado la intervención inmediata de administraciones superiores, que deben determinar «de inmediato las medidas a adoptar para mayor tranquilidad de la población», apunta Solans, quien insiste en que para el control de la situación sería «adecuada» la ayuda del ejército.
Hasta ahora, según sus datos, con las pruebas realizadas hay confirmados casi una treintena de positivos en este brote, detectado hace unos días en un asentamiento ilegal de temporeros en Albalate de Cinca, pero se espera que sean más entre los habitantes del municipio, donde se quiere atajar «cuanto antes» la cadena de transmisión.
El alcalde, por su parte, ha explicado en la reunión que en la localidad se han acondicionado los vestuarios del campo de fútbol para acoger a un máximo de catorce personas en aislamiento, pero ahora mismo la cifra de contagiados se ha doblado y hay que buscar alternativas para alojarlos «de inmediato».
Se baraja la posibilidad de pedir que se habilite algún tipo de instalación de campaña o el acondicionamiento del pabellón polideportivo de la localidad para poner en cuarentena a las personas contagiadas.
Solans ha explicado que se requiere «ayuda rápida», incluso de la UME si fuera necesario, porque es básico que las personas que han dado positivo estén aisladas y también que la población extreme las medidas sanitarias para que la situación no se desborde. EFE
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