Torra afirma que «la corrupción se debe perseguir con independencia de quien participe» y ha recordado que «todo el mundo es igual ante la ley».
El presidente catalán dice que es consciente de las dificultades de una denuncia de estas características, pero apunta que «no se puede mirar hacia otro lado ante hechos tan graves de los que presuntamente serían responsables no sólo el rey emérito, sino un grupo relevante de personas que no cuentan con inviolabilidad».
Por eso dice haber dado instrucciones a su defensa para que la denuncia intente determinar todos los hechos, quién habría participado, quién debe responder penalmente y quién tiene que asumir la responsabilidad civil.
Sobre este último aspecto, el líder del Govern plantea que la Casa Real asuma la responsabilidad civil de resarcir los efectos del presunto comportamiento corrupto del rey emérito de forma subsidiaria.
Según el comunicado de la Generalitat, la Casa Real es una entidad con personalidad jurídica propia, con capacidad para obligarse y sin inviolabilidad que, llegado el caso, permita exigirle responsabilidades.
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