El viceconsejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Zubiaga, ha informado esta tarde en una rueda de prensa en Zaldibar del hallazgo de los restos humanos, tras profundizar más de 23 metros (el equivalente a una altura de ocho pisos) en los escombros y después de mover unos 250.000 metros cúbicos de residuos en condiciones «muy duras».
Zubiaga ha indicado que el hueso hallado es humano, según han determinado los análisis preliminares de la policía científica y los forenses sobre el terreno.
Según el viceconsejero, hay ADN de origen y muestras suficientes para poder cotejar si los restos pertenecen a uno de los desaparecidos, en una labor que se prolongará «varios días».
Ahora, los equipos de búsqueda trabajarán a partir de mañana «de manera más quirúrgica», en una labor «de arqueología», no con maquinaria del tamaño de la empleada hasta ahora, para hallar los cuerpos de los dos desaparecidos.
Zubiaga ha recordado a las familias de los desaparecidos, a las que ha pedido «un poco de paciencia», y resaltado el trabajo de los equipos de búsqueda durante más de seis meses. «Hoy por fin ese trabajo ha dado resultado visible. Se ha determinado que es un resto óseo humano», ha señalado.
Ha intervenido también el director de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco, Aitor Zulueta, quien ha recordado que hace semanas avisaron de que los equipos de búsqueda se encontraban en la zona en que era más probable encontrar los restos de los trabajadores, «y así ha sido», y ha resaltado que el hallazgo de hoy es el resultado de una planificción para seis meses que se hizo en febrero.
Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán quedaron sepultados bajo los escombros del vertedero hace más de seis meses, y desde entonces trabajan en la zona los equipos de búsqueda.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Durango decretó el pasado 23 de julio la libertad provisional con medidas cautelares para los tres responsables de la empresa propietaria del vertedero, que se mantienen en situación de investigados y deben comparecer ante la autoridad judicial una vez al mes.
Se trata del propietario de la escombrera y de la empresa que la gestiona Verter Recycling, José Ignacio Barinaga; la administradora única, responsable legal de la misma y sobrina de Barinaga, Arrate Bilbao, y el ingeniero director técnico del vertedero, Juan Etxebarria, que fueron detenidos dos días antes por la Ertzaintza.
El derrumbe del vertedero de Zaldibar provocó una crisis medioambiental, objeto de investigación de la Comisión Europea, y durante estos más de seis meses de trabajos se han repetido las movilizaciones ciudadanas para reclamar que se mantuviera el operativo de búsqueda.
El derrumbe entró también en el debate político y fue objeto de polémica entre los partidos durante la campaña electoral para las últimas elecciones autonómicas.
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