La comparecencia del jefe del Ejecutivo había sido anunciada por el PSOE para antes del verano, una vez que los ministros habían acudido a sus respectivas comisiones de la Cámara Alta para explicar sus planes de cara a la legislatura, siguiendo una costumbre demorada por la paralización de la actividad parlamentaria.
Pero las negociaciones sobre el fondo europeo de recuperación económica acordado en julio por la UE llevaron al Gobierno a anunciar que la intervención de Sánchez en el Senado quedaría postergada para septiembre, lo que desató las críticas del PP, que le acusó de faltar a su palabra y de «mentir».
Finalmente, la comparecencia ha quedado fijada para la primera sesión plenaria del nuevo período de sesiones del Senado, que comienza el martes y que se celebrará manteniendo en el hemiciclo la restricción de aforo a la mitad de los 265 senadores motivada por las medidas preventivas contra el coronavirus.
En esta segunda ocasión en que Sánchez comparece de forma monográfica en el Senado -ya lo hizo en diciembre de 2018- es previsible que el mayor protagonismo se lo lleve el balance de gestión de la pandemia, que sin el estado de alarma ahora descansa especialmente en las Comunidades Autónomas.
En la Cámara autonómica por excelencia estará también presente el polémico arranque del curso escolar, emprendido en medio de una gran incertidumbre por la repercusión que podrá tener en las afecciones de la COVID-19, y el conflicto por el reparto de 5.000 millones de euros a los ayuntamientos que entreguen sus remanentes.
Igualmente se abordará el mayor reto al que se enfrenta el Gobierno de coalición: la aprobación de los Presupuestos de 2021.
Las conversaciones con los partidos ya han comenzado y el PSOE ha abierto una nueva vía para tratar de sacarlos adelante con el apoyo de Ciudadanos y una mayoría alternativa a la de la investidura.
Para exponer sus planes al respecto, Pedro Sánchez se dirigirá al pleno del Senado a partir de las cuatro de la tarde, sin límite de tiempo, en una comparecencia convocada sobre el papel «para informar sobre las líneas generales de la actuación del Gobierno».
Tras su intervención inicial lo harán los portavoces de los ocho grupos parlamentarios del Senado, comenzando por el PP, así que será su portavoz, Javier Maroto, el primero en contestar a las palabras del presidente del Gobierno. Dispondrá de 15 minutos, el mismo adjudicado para los demás grupos, salvo el Mixto, que contará con 18, ya que reúne a siete formaciones políticas diferentes.
Al PP le seguirán los portavoces del grupo conformado por ERC y EH-Bildu, que con 15 senadores es el tercero más numeroso de la Cámara, para continuar con el PNV, cuyo portavoz, Jokin Bildarratz, deja la institución para incorporarse al próximo Gobierno Vasco como consejero de Educación.
La siguiente formación, Ciudadanos, encabezada por Lorena Roldán, afronta la sesión con ocho senadores, uno menos de los que tenía debido al pase al grupo Mixto de su senador Javier Alegre Buxeda.
Tomarán posteriormente la palabra los representantes de la Izquierda Confederal, conformada por seis senadores autonómicos de formaciones de izquierda, y los del grupo Nacionalista, con cinco senadores de Junts per Catalunya y uno de Coalición Canaria.
En el grupo Mixto están Vox, Teruel Existe y formaciones regionalistas como el PRC, el PAR y UPN, así como la Agrupación Socialista Gomera, además del senador Alegre. Tras ellos cerrará este turno el portavoz socialista, Ander Gil, en nombre del grupo mayoritario.
De nuevo hablará el presidente del Gobierno, sin límite de tiempo, y los grupos dispondrán de cinco minutos más para sus respectivas réplicas -seis en el caso del Mixto- antes de que Sánchez cierre un debate monográfico que podría prolongarse durante unas cinco horas.
No habrá sesión de control al Gobierno esta semana en el Senado, pero al día siguiente, en la mañana el miércoles, Sánchez y los miembros de su Ejecutivo acudirán al Congreso para responder a preguntas de los diputados.
Estrella Digital