Ello demuestra además, según ha manifestado en una declaración sin preguntas al término del pleno del Congreso, que existe un «grave problema de debilidad dentro del Gobierno» y de «arrogancia» e «incompetencia» para llegar a acuerdos no solo con otras fuerzas políticas, sino con otras instituciones, como es el caso de los ayuntamientos y entidades locales.
Para el líder de la oposición, lo que ha ocurrido este jueves supone una «victoria del municipalismo», que ha visto cómo la mayoría de la Cámara acaba con el intento del Gobierno de «confinar», ha dicho, los remanentes de tesorería de los municipios, esto es, los «ahorros» de los ayuntamientos, con los que podrían hacer frente a muchos de los servicios sociales que tienen que prestar.
Pablo Casado ha asegurado que su partido ha «liderado» esa «rebelión» de los más de 2.800 alcaldes de toda España que se han opuesto a la forma en que el Gobierno quería controlar el uso de sus remanentes, y además cuando han demostrado una «buena gestión» ante la pandemia.
En todo caso, ha apuntado que ahora «hay que mirar al futuro» y que tras la «grave derrota», ha insistido, el Consejo de Ministros tiene que adoptar medidas inmediatas para que los consistorios puedan utilizar esos remanentes que «legítimamente tienen» para poder ayudar a los que «peor lo están pasando».
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