Casado se ha pronunciado de este modo en la localidad madrileña de Arroyomolinos (Madrid), en donde se va a hacer un test de detección de covid-19 a la población, en concreto unas 12.000 pruebas, de acuerdo con la cifra dada por el propio mandatario.
Ha acudido al municipio para expresar su apoyo a la iniciativa y para enviar un mensaje de cercanía a los ayuntamientos por el papel que están desempeñando frente a los efectos de la pandemia, ya que, según sus palabras, llevan a cabo iniciativas como «enviar comida a las casas» de personas en situación más vulnerable o habilitar comedores sociales.
Su mensaje a los consistorios lo ha hecho el día después de que una amplia mayoría derogara en el Congreso el decreto ley que regulaba el uso de los remanentes de los ayuntamientos, liquidez a la que no podían recurrir para evitar entrar en déficit.
El Gobierno planteó una solución al respecto, así como la creación de un fondo de 5.000 millones de euros, pero ninguno de estos puntos convenció a la oposición.
Tras ello, Casado ha pedido a la ministra de Hacienda que asuma responsabilidades por «su falta de diálogo, por su incapacidad de gestión y por la soberbia que ha demostrado para con las administraciones y los partidos». Ha extendido esta petición al presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Abel Caballero.
Ha insistido en que la de ayer jueves fue «una derrota histórica» por cuanto PSOE y Unidas Podemos se quedaron solos en la defensa del decreto.
Según ha señalado, el Gobierno pretendió «confiscar» los ahorros de los consistorios, que se destinan a medidas como precisamente la ejecución de pruebas de detección de la COVID-19. «Es el peor momento para confiscarlos», ha añadido.
Casado ha acusado al Ejecutivo de Pedro Sánchez de poner de manifiesto, con el decreto, que quiere «cuadrar a martillazos» los presupuestos.
La gestión que el Gobierno está haciendo de la pandemia pretende, además, «ocultar» la incidencia de la segunda ola de contagios.
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