Los casos detectados hasta el momento se circunscriben a las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, según la información de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible consultada por Efe.
La sevillana es la que presenta una mayor afección de contagios en equinos, con 41 casos en las localidades de Dos Hermanas (10), Los Palacios y Villafranca (9), Lebrija (6), Las Cabezas de San Juan (4), Morón de la Frontera (3), Utrera (2) y Pilas, Puebla del Río, Gelves, Bollullos de la Mitación, Coripe, Coria del Río, Sanlúcar la Mayor (1).
En la provincia de Cádiz se han registrado hasta ahora 17 casos en los términos municipales de Jerez de la Frontera (7), Puerto Real (2), Trebujena (2) y Villamartín, Tarifa, Veger de la Frontera, Medina Sidonia, El Puerto de Santa María y Alcalá; y en Huelva 12: Almonte (4), Moguer (2), Gibraleón, El Campillo, San Bartolomé, Huelva, Santa Ana la Real y Rociana del Condado (1).
Todos ellos siguen únicamente a un caballo cada uno, salvo dos registrados el 2 y el 7 de septiembre en Dos Hermanas, que afectan a un par de equinos a cada uno por lo que, en la actualidad, el número de equinos afectados es de 72 animales.
El virus de la fiebre del Nilo se transmite por la picadura de un insecto, generalmente mosquitos del género Culex, que está presente en ellos e infecta a las aves cuando éstos se alimentan.
Las aves son consideradas reservorio de la enfermedad, actúan normalmente como portadores sanos y tienen un papel muy importante en la diseminación del virus.
El mosquito infectado puede transmitir la enfermedad especialmente a caballos, aunque también es posible la transmisión a personas, como ha ocurrido en los municipios sevillanos de Coria del Río, Palma del Río y Los Palacios y recientemente, en la provincia de Cádiz, donde se han registrado cuatro casos.
Se han detectado también en la comunidad dos casos en aves, un quebrantahuesos y un buitre negro muertos recientemente en el Zoo de Jerez, que ha cerrado sus puertas de forma preventiva.
Los mosquitos no se infectan al picar a los caballos, ni se transmite entre caballos y personas.
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