En una entrevista en la Ser, ha remitido a la «responsabilidad individual de todos los ciudadanos» en Navidad y, por parte de la Consejería de Sanidad, a la misión de «monitorizar, controlar y detectar todos los casos» por parte de la Dirección General de Salud Pública a través del «criterio selectivo de zonas básicas de salud».
«Debemos continuar en este esfuerzo, no nos hemos planteado aumentar las restricciones» durante la Navidad, ha dicho, ya que las medidas vigentes actualmente deberían «ser suficientes» para seguir descendiendo la incidencia acumulada y el número de hospitalizados.
Con las zonas básicas de salud y otras restricciones ya vigentes para lugares públicos, de ocio, comercios, restauración y el toque de queda establecido, el consejero quiere «creer que los contagios no van a aumentar» después de las fiestas navideñas.
«Nuestro principal objetivo es seguir bajando la incidencia acumulada, aumentando cada vez más la capacidad diagnóstica, conocer más cómo se comporta el virus, el perfil de los contagiados» para poder establecer «las cuarentenas que restrinjan la movilidad» hasta llegar a una incidencia «cero, que es el objetivo fundamental», ha añadido.
Por otro lado, el consejero ha reconocido que le «hubiera gustado que hubiese más sanitarios voluntarios» para el nuevo hospital de pandemias Isabel Zendal, que ya está preparado para recibir pacientes en cuanto se hagan sus «derivaciones».
Tras la reunión ayer del Consejo Interterritorial, «no nos quedamos muy satisfechos con lo que está tardando» el Ministerio de Sanidad en autorizar los test de antígenos en farmacias, pese a que Madrid presentó hace días un documento con «procesos bien definidos», según el consejero, que está a la espera de que el ministerio convoque a Madrid «a otra reunión».
A su juicio, autorizar estos test «sería una buena noticia», ya que aumentaría la capacidad diagnóstica y además ya se está haciendo en otros países.
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