La moción de censura del PSOE y Cs contra el Gobierno murciano del PP y los tránsfugas de Cs tiene todavía emoción hasta el final, ya que varios votos en el aire este lunes, a dos días de su debate: los de los tres diputados regionales disidentes de Vox y el del presidente del Parlamento murciano, Alberto Castillo (Cs).
La Junta de Portavoces de los grupos parlamentarios de la Asamblea Regional de Murcia ha fijado para el miércoles y jueves el debate de la moción de censura presentada por Cs y PSOE, que precisa de 23 de los 45 diputados autonómicos para salir adelante.
En un primer momento, estaba garantizada con los 17 diputados del PSOE y los 6 de Cs, pero este resultado se dinamitó cuando el presidente del PP, Fernando López Miras, nombró consejeros a dos diputados naranjas y mantuvo como vicepresidenta a Isabel Franco, de Cs, también parlamentaria.
Con la situación a día de hoy, y con las dudas del voto de los tres disidentes de Vox y del presidente del parlamento, la moción tiene asegurados 17 del PSOE, 2 de Cs y 2 de Podemos (en total, 21 votos), es decir que necesita dos más para salir adelante.
En una comparecencia este lunes, el portavoz de los tres disidentes de Vox, Juan José Liarte, ha declarado que el acuerdo de presupuestos que firmó con el PP y Cs en 2020 cuando en su grupo eran cuatro «no se ha cumplido».
En una comparecencia en la que no ha admitido preguntas , se ha preguntado «qué importan siglas, colores y promesas si luego no se cumplen».
Según ha dicho, los tres llevan «todo el fin de semana» preguntándose la diferencia entre PP y PSOE, pero no han «encontrado la respuesta», por lo que dejan «en la mano de las personas, y no de los partidos», decidir quién presidirá la comunidad murciana.
Con sus tres votos a favor, la moción sumaría un total de 23 con los 17 del PSOE y los 3 de Cs que no fueron expulsados del partido el sábado pasado, pero este lunes el presidente del Parlamento se ha descolgado de esa suma al señalar que abstenerse es «una opción que no descarta», porque el vicesecretario general nacional naranja, Carlos Cuadrado, ha dimitido hoy.
«Fue la persona con la que empeñé mi palabra cuando firmé la moción de censura» y «esto cambia todos los escenarios», ha señalado.
«Desde luego, me lo tengo que pensar», ha afirmado antes de manifestar que desconoce si la abstención supondría su expulsión de Cs: «Eso es una decisión que debe tomar el partido».
Cs ya expulsó a los tres tránsfugas y a un cuarto nombrado también consejero y que era secretario general de la consejería de la vicepresidenta Franco, Antonio Sánchez Lorente, quien ocupaba el puesto 7 en las listas naranjas a la Asamblea y tendría voto como diputado de renunciar alguno de los que votarán no o se abstendrán.
«Hay partido», «está todo abierto», ha dicho el portavoz de Cs en el Ayuntamiento de Murcia, Mario Gómez, sobre la moción regional tras reiterar tener atada la que presentó con el PSOE para desbancar a su hasta ahora socio de gobierno en el consistorio, el PP.
Lo ha hecho antes de entrar a la Ejecutiva nacional naranja tras ser destituido como edil con cartera, como sus tres compañeros de grupo.
El PP pide la retirada de esta moción, que califica de «trama» urdida para «asaltar el poder» y que haría alcalde al socialista José Antonio Serrano este 25 de marzo.
En sus primeras palabras sobre el asunto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reprochado al PP desde Francia que siga recurriendo a «las malas artes» y a «la forma de utilización de la corrupción, del transfuguismo, para intentar sostener gobiernos que claramente han perdido la mayoría parlamentaria», mientras vira a la «ultraderecha».
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