El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha rechazado la nueva propuesta de la Generalitat para aplicar el toque de queda en Barcelona y otros 61 municipios de más de 20.0000 habitantes, al considerar que sería «innecesario y desproporcionado» por la reducción de contagios.
En un auto, la sala contenciosa ha vuelto a rehusar la propuesta del ejecutivo catalán, que el pasado viernes modificó su criterio para pedir el confinamiento nocturno ante la proliferación de aglomeraciones y botellones, después de que la justicia se negase a avalar la prórroga de esta restricción en 148 municipios y la acotase a 19 localidades de más de 5.000 habitantes con más 250 casos por cada 100.000 vecinos.
Según el TSJC, «parte de los municipios de más de 20.000 habitantes para los que se interesa el toque de queda no alcanzan el índice» de incidencia acumulada en la última semana de 125 casos positivos -umbral fijado por la Generalitat para solicitar el confinamiento nocturno-, por lo que, a su entender, aplicar esta restricción «resultaría todavía más innecesario y desproporcionado».
El alto tribunal catalán ya había rechazado la propuesta del Govern de alargar el toque de queda -vigente desde el pasado 17 de julio para combatir la quinta ola de la pandemia- en 148 municipios con una incidencia de 125 positivos al creer que no se justificaba en razones sanitarias sino por motivos de seguridad y orden público, lo que motivó que el ejecutivo modificara su planteamiento.
De hecho, se trata del mismo argumento que el TSJC ha vuelto a esgrimir esta vez en su auto, en el que recuerda que «el control de las interacciones sociales -como «el fenómeno de botellón»- no es ningún criterio sanitario estrictamente considerado, como una genuina potestad para el mantenimiento de la seguridad y del orden público, cuya naturaleza además no transmuta según las franjas horarias de las relaciones sociales».
Para la sala, «el control de las interacciones sociales no es una medida que deba ser autorizada por Juzgados y Tribunales», ya que la administración «dispone de medios igualmente efectivos y menos lesivos a los derechos fundamentales y libertades públicas» para lograr «hacer respetar las medidas de distancia social y uso de mascarilla».
«La acreditada posibilidad de control de todo tipo de interacciones sociales en horario diurno por la policía administrativa justifica que no resulta indispensable la restricción que a los derechos fundamentales implica el toque de queda, para que se pueda realizar esto mismo en el horario que habría de comprender la prohibición de circulación y deambulación por las vías públicas», enfatiza.
El TSJC recalca que, como ya argumentó la semana pasada, la actual propuesta del Govern -que modificaba su criterio de 250 casos vigente en los 15 días anteriores-, «no era una medida indispensable para salvaguardar la salud pública, ya que constituye en verdad una razón de orden o de seguridad pública».
Precisamente, la Generalitat pretendía con este toque de queda evitar ‘botellones’ y concentraciones multitudinarias como las vividas este fin de semana en zonas turísticas de la costa catalana y, sobre todo, en Barcelona.
En la capital catalana, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana desalojaron las noches del viernes y del sábado a 6.000 y 5.500 personas, respectivamente, sobre todo en las playas de Barcelona y en el barrio de Gràcia, que ha celebrado sus fiestas, mientras que la pasada noche han sido dispersadas unas 900 personas.
El rechazo del TSJC a ampliar el toque de queda a estos municipios afecta también al área metropolitana de Barcelona, a las otras tres capitales de provincia -Girona, Tarragona y Lleida- y a poblaciones turísticas como Cambrils, Blanes, Lloret de Mar, Salou, Sant Feliu de Guixols o Figueres.
En cambio, se mantiene el confinamiento nocturno en los 19 municipios para los que el TSJC avaló el confinamiento nocturno: Alcarràs, Amposta, Arenys de Munt, Badia del Vallès, Balaguer, Banyoles, Calafell, Celrà, Cervelló, Gelida, Manlleu, Martorell, Montblanc, Móra d’Ebre, Palafolls, Salt, Sant Feliu de Guíxols, Sarrià de Ter y Torroella de Montgrí.
También continúa vigente hasta el próximo jueves, cuando vence la prórroga solicitada por la Generalitat, la limitación a diez del número de personas en reuniones familiares y de carácter social y entre 1.000 y 3.000 asistentes y el 70 % del aforo en los actos religiosos.
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