El Tribunal Supremo no ha admitido el recurso de casación que la Generalitat presentó contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que ordenaba al Govern garantizar que el castellano sea la lengua vehicular, como mínimo en el 25 % de las materias, por lo que este fallo pasa a ser firme.
Así lo han informado en una rueda de prensa de urgencia el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, y la titular de Cultura, Natàlia Garriga, que han denunciado «un nuevo ataque frontal de los jueces al sistema educativo catalán» y han asegurado no obstante que éste no supondrá ningún cambio en el modelo de inmersión lingüística.
Cambray ha lanzado así un mensaje de «tranquilidad» a los centros educativos y ha asegurado que esta nueva situación no supondrá «ningún cambio» en el sistema vigente: «El aprendizaje de las lenguas no va de porcentajes y menos cuando estamos en plena transformación educativa, que ha venido para quedarse», ha añadido.
El conseller ha criticado que «sea un juez quien determine de forma arbitraria el porcentaje de horas que son necesarias para aprender una lengua», algo que ve como «una anomalía y un menosprecio a los profesionales de la educación».
Ha negado que haya un conflicto lingüístico en las escuelas catalanas y, en este sentido, ha asegurado que «desde 2005 solo 80 familias han pedido la escolarización en castellano».
Cambray ha recordado que la Generalitat, tras detectar un descenso del uso social de la lengua catalana entre los jóvenes, ha puesto en marcha un plan precisamente para «reforzar el uso del catalán», algo que harán, ha señalado, «con firmeza, convicción y realismo».
Garriga también ha denunciado «el ataque al modelo de inmersión lingüística» y ha explicado que esta tarde el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha convocado una reunión con todas las entidades educativas y culturales para trabajar una «respuesta conjunta».
Estrella Digital