Más de 75.000 personas -según datos facilitados por el Ayuntamiento- han recibido este miércoles a los Reyes Magos en la ciudad de La Coruña, en una cabalgata que, pese a las mascarillas y la distancia social, ha devuelto la ilusión a los más pequeños y se ha acercado a la normalidad.
En un segundo periodo navideño atípico, marcado por la pandemia, la ciudad herculina ha sido de las pocos de Galicia -junto a Orense y Ferrol-, que ha optado por hacer una cabalgata similar a la tradicional, con un recorrido de tres kilómetros.
Quince carrozas, cuatro trenes, catorce compañías artísticas y 180 figurantes han formado el espectáculo dinámico, que ha arrancado a las 18.00 horas del mercadillo de A Sardiñeira, en el barrio de Os Mallos.
Melchor, Gaspar y Baltasar han continuado su recorrido por la Ronda de Outeiro hasta llegar a la estación de ferrocarril.
Desde este punto y hasta la avenida Alcalde Pérez Ardá, las personas con trastorno del espectro autista han podido disfrutar de un espacio sin ruido, en el que la cabalgata se ha quedado en silencio.
Los participantes han arrojado Caramelos y han exhibido cuidados disfraces de bufones, bolas navideñas, gotas de agua, pajes, ratones, esquimales o elefantes.
Tal y como se reclamó desde el Gobierno local, los coruñeses y coruñesas han acudido a ver el desfile en distintos puntos del recorrido, cercanos a sus casas, evitando así aglomeraciones.
Los vehículos que han compuesto la cabalgata, cuya capacidad se ha visto reducida al 40 %, han seguido su curso por la calle Ramón y Cajal, la avenida del Ejército y Linares Rivas, hasta llegar a la Plaza de Ourense.
Centenares de niños, niñas, adultos y adultas han esperado en este emplazamiento la llegada de sus Majestades de Oriente.
La probabilidad de lluvia -que finalmente se ha contenido- y el coronavirus no han evitado que las familias salieran de sus casas con el ansia de recibir a los Reyes en una noche que ha vuelto a ser más mágica, después de que el año pasado recorriesen los barrios en autobuses.
Bajo el lema «Vuelve la ilusión. Vuelve la Navidad de La Coruña», la comitiva real ha seguido su curso por Sánchez Bregua, Los Cantones, la avenida de La Marina y, finalmente, Puerta Real, como paso previo a la llegada a la Plaza de María Pita, tras dos horas y media de trayecto.
Este enclave, en el que se sitúa la sede del Gobierno local, ha tenido un estricto control de capacidad en los accesos.
La alcaldesa, Inés Rey, ha recibido a los Reyes Magos, que han culminado saludando a la ciudadanía desde el balcón del Palacio Municipal.
Debido a la situación sanitaria, todos los integrantes de la cabalgata han presentado su certificado covid o una prueba de antígenos con resultado negativo, hecha en las 24 horas anteriores a la celebración.
Tanto artistas como figurantes han estado organizados en grupos burbuja para evitar contagios.
Además, el Ayuntamiento ha pedido a la Policía Local reforzar la vigilancia en las calles para comprobar que la gente llevaba puesta la mascarilla y cumplía con la distancia interpersonal, que en algunos tramos no ha podido respetarse.
Durante la marcha, la megafonía ha recordado periódicamente las instrucciones sanitarias.
A lo largo del recorrido, se han puesto a disposición de la ciudadanía cuatro espacios de accesibilidad, con sillas para mayores y personas con diversidad funcional.
En todos ellos, se han ubicado también puntos de atención sanitaria para posibles incidencias.
Tras una tarde de emoción, los más pequeños se van a la cama con la alegría de haber saludado más de cerca a sus Majestades y con los nervios por saber qué se encontrarán al día siguiente.
Ana González