Rajoy ha ofrecido este jueves en Palma una conferencia centrada en la crítica del populismo, «uno de los mayores retos a los que se enfrentan las democracias liberales», que «puede ser de extrema derecha, de extrema izquierda o de nada».
Rajoy, que ha congregado en el salón de un hotel a unas doscientas personas en un acto organizado por el Cercle d’Economia de Mallorca, ha puesto como ejemplos de movimientos populistas desde el procés independentista catalán y el brexit, al lenguaje inclusivo, y ha aludido expresa o veladamente a líderes de esta tendencia como Pablo Iglesias y Donald Trump («un millonario de Nueva York»).
El penúltimo presidente del Gobierno, que publicó en diciembre el libro «Política para adultos», ha señalado que «en la política se ha producido un proceso de infantilización» contrario a la características que la buena gestión pública requiere: «Reflexión, asunción de responsabilidades (…), moderación, equilibrio y sensatez».
Ha criticado el mensaje habitual en algunos líderes de distinguir entre acción política y gestión económica, cuando «no hay mejor manera de hacer política que atender a la economía».
«Las democracias son los regímenes políticos que más progreso han generado a lo largo de la historia», ha recordado tras defender la necesidad de acentuar la cohesión política e institucional y la unidad de acción exterior de la Unión Europea, puesta en evidencia en la actual crisis de Ucrania.
Rajoy ha considerado que la principal y «más peligrosa» faceta de los movimientos populistas «es el desprecio a la ley», una característica propia de movimientos sociales como «okupas y las plataformas antidesahucios», o políticos como «los nacionalistas catalanes».
El expresidente ha subrayado su rechazo también hacia «los juicios paralelos», facilitados por figuras jurídicas como la de la acusación popular, de la que ha pedido su abolición.
Se ha declarado defensor tanto de la monarquía como del rey Juan Carlos, «que no es lo mismo». En su opinión, el antiguo monarca está siendo «atropellado inmisericordemente».
Otro tema de actualidad sobre al que expuesto su criterio es la modificación de la reforma laboral, «una prueba muy clara de infantilismo», por cuanto el PSOE «no quería hacerla» pero se aviene a la imposición de sus socios de Unidas Podemos en el «Gobierno Frankenstein». EFE
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