Un acto militar ha recordado este domingo a las cinco víctimas mortales -cuatro capitanes y un civil- que fueron asesinados por un coche bomba de la banda terrorista ETA hace 30 años, el 6 de febrero de 1992, en la céntrica Plaza de la Cruz Verde en Madrid.
El homenaje, presidido por el general de división Enrique Millán Martínez, ha contado con la presencia de los familiares de las víctimas y representantes del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid, entre otros.
El atentado de ETA destrozó una furgoneta militar, haciendo temblar varios edificios próximos, cuando iba de camino a la entonces Capitanía General, causando la muerte de cuatro militares y un funcionario del Ejército de Tierra.
El concejal del distrito de Centro, José Fernández, ha recordado que Madrid fue «una de las ciudades más agredidas» por la banda terrorista y ha expresado el «cariño y respeto» por las víctimas, a las que la ciudad de Madrid «no olvidará» y siempre «estará a su lado».
En la plaza, una placa colocada por el Ayuntamiento homenajea a las víctimas, el civil Antonio Ricote Castillo; el soldado Francisco Carrillo García, y los capitanes Emilio Tejedor Fuentes, Juan Antonio Núñez Sánchez y Ramón Navia Reforjo.
El Ayuntamiento de Madrid está colocando placas en pro de la «memoria, dignidad y justicia para todas las víctimas del terrorismo» y esta es una de las últimas que se han instalado, aunque en la misma plaza hay otra placa anterior, con ocasión del 20 aniversario de este atentado.
«Madrid homenajea a las víctimas del terrorismo», ha recalcado el concejal ante los familiares de los fallecidos.
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