Vox no va a ceder ni un milímetro en sus exigencias de entrar en el Gobierno de Castilla y León y va a llegar hasta el final, incluso si hay que repetir las elecciones en esta comunidad, y reclama tener el mismo peso que tenía Ciudadanos en el gabinete, ni más ni menos.
Fuentes de la dirección del partido han señalado que no tienen miedo a repetir los comicios aunque perdieran algún escaño (obtuvieron 13 el domingo) como castigo de «esa derecha tonta» que, aseguran, les puede dejar de votar por no llegar a un acuerdo con el PP.
Las mismas fuentes, que han confirmado que el líder de Voz, Santiago Abascal, no ha hablado con el presidente del PP, Pablo Casado, en estos días ni desde hace tiempo, ve al presidente en funciones de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, más proclive a llegar a un acuerdo con Vox que a Génova.
Creen además que el líder popular sale debilitado de esta operación de adelanto electoral.
Aunque afrontarán la negociación de los pactos cuando les llame Mañueco sin líneas rojas, reclamarán tener peso en el Ejecutivo.
No se van a pelear en la negociación con el PP por la Presidencia de las Cortes de Castilla y León, un puesto que no les preocupa, pero sí van a poner el foco en el programa de gobierno.
En cuanto a las consejerías que quieren, han dicho que no tienen aún pensado el número exacto que quieren controlar pero sí han insistido en que reclamaran lo mismo que tenía Cs, ya que Vox ha obtenido un apoyo electoral parecido al que tuvieron los naranjas en 2019.
El partido de Abascal asegura que será un socio más leal de lo que fue Ciudadanos y defienden entrar en el Gobierno de la región, como harán en Andalucía llegado el caso, porque no se fían del presidente.
Justo lo contrario de lo que sucedió en Madrid, donde su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, goza de su confianza y por eso se limitaron a apoyarla sin reivindicar formar parte de su gabinete.
Mientras tanto, Casado ha reunido a su comité ejecutivo nacional para analizar el panorama que se ha abierto tras la victoria amarga del PP, un cónclave donde ha alejado la posibilidad de pactar con Vox, apostando por el centro y no los extremos.
Los que se tienen que aclarar son Mañueco y Casado, han señalado las fuentes de Vox.
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