Albares ha recibido reproches de los representantes del PP, Vox, ERC, Junts, PDECat, Ciudadanos, PNV, Bildu, CUP y Foro, así como, en especial, han destacado los que le ha expresado Gerardo Pisarello en nombre de Unidas Podemos, socio en el gobierno de coalición.
Sobre la forma, Pisarello ha lamentado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya confiado en «un autócrata», en referencia al rey Mohamed VI, dado que ha filtrado la carta que le dirigió «humillando al Estado español».
Y más ha incidido en el fondo, al criticar que sus socios de gobierno hayan aceptado que Marruecos ostenta la soberanía del Sáhara Occidental, obviando el «clarísimo» planteamiento de la ONU a favor del derecho de autodeterminación saharaui.
Pisarello ha dado por hecho que Sánchez ha seguido los cambios de posición de Estados Unidos, Israel, Francia y Alemania, en un ejercicio de ‘realpolitik’, mientras ha recordado el «digno papel» de la anterior jefa de la diplomacia española, Arancha González Laya, en defensa del pueblo saharaui.
El resto de portavoces han coincidido en achacar a Sánchez que no haya sido él quien estuviera dando las explicaciones en el Congreso.
Y han coincidido también todos en criticar a Albares por la incoherencia de que en sus explicaciones diga tanto que empieza una nueva etapa de relaciones con Marruecos como que, a la vez, no cambia la posición diplomática respecto al Sáhara de los últimos 46 años, pues se sigue en el marco de la ONU.
Por ejemplo, por el PP, Valentina Martínez Ferro, le ha dicho a Albares que la ONU aboga por soluciones que satisfagan a todas las partes, y no es el caso para los saharauis y Argelia en la aceptación de la autonomía expresada en la carta de Sánchez al rey marroquí, que supone, a su juicio, «una ruptura unilateral, opaca y arbitraria».
Otra cuestión en la que han incidido muchos portavoces es en la autoría de la carta y en el papel que el propio Albares ha jugado.
«O bien a usted le han circunvalado o bien esto es cosa suya y está intentando alejarse de la responsabilidad», le ha dicho Iván Espinosa de los Monteros, de Vox, quien se ha preguntado además que la verdadera clave es «a cambio de qué» da ese giro diplomático Sánchez.
Sobre esa cuestión ha hecho hincapié también Carmen Martínez Granados, de Ciudadanos, que le ha preguntado a Alabares si «realmente hay algo detrás, ¿qué se está negociando?»
Los portavoces han achacado también a Albares que no se haya contado de forma previa con el Congreso y Marta Rosique, de ERC, ha apuntado que si se votara ahora mismo a mano alzada el ministro viajaría a Rabat el 1 de abril, como tiene previsto, contando con la oposición de toda la cámara.
«Intentando salir de una crisis ha generado una triple crisis», le ha dicho Jon Iñarritu, de Bildu, en referencia en que para reiniciar las relaciones con Marruecos se han abierto nuevas crisis con los saharauis, con Argelia y con los grupos parlamentarios en España.
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha advertido de que no es creíble la autonomía saharaui en el seno de Marruecos, ya que no son respetados los derechos humanos. EFE