En un comunicado, la Policía se ha defendido de las críticas recibidas por no haber evitado una concentración multitudinaria, a pesar de las llamadas de todas las autoridades para cumplir las recomendaciones sanitarias de distancia social con motivo de la pandemia del coronavirus.
«No hay dispositivo posible para actuar con medidas coercitivas para el uso de la mascarilla. No es oportuno, ni congruente, ni proporcional meter en medio de la muchedumbre a los policías para sancionar a los que incumplían las medidas porque hubiera provocado una alteración grande de orden público difícil de controlar y restablecer», ha argumentado.
La Policía explicado que, una vez que descendió el nivel de concentración máxima de personas, «se fueron corrigiendo las conductas de los aficionados sobre las medidas de distanciamiento social y uso de mascarillas».
Según este comunicado, el dispositivo, que había sido coordinado en una junta local de seguridad celebrada el viernes con el Ayuntamiento, «estaba encaminado a la entrada de los equipos con mucha afluencia de público» y se desarrolló «con normalidad».
El informe policial recoge que «una vez entró el Cádiz en el estadio, los aficionados se marcharon».
A la salida, después de que el equipo amarillo perdiera ante el Fuenlabrada y no pudiera consolidar su ansiado ascenso a Primera División, «los equipos se marcharon con poca afluencia de público y, en este caso, sí se corrigió el comportamiento con un grupo de diez jóvenes que insultó a los jugadores».
El Cádiz puede ascender hoy matemáticamente si el Zaragoza empata o pierde su partido de esta noche ante el Oviedo.
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