El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco (PP), se ha desmarcado de su vicepresidente, Juan García-Gallardo (Vox) cuando el pasado sábado en Zamora atribuyó a la banalización del sexo, la «hipersexualización» según su expresión, la «despoblación latente» en territorios como Castilla y León.
En declaraciones a los periodistas antes de participar en Burgos en el acto de celebración del décimo aniversario de la puesta en servicio del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), Fernández Mañueco ha sostenido que hay que «acostumbrarse en este país a que los gobiernos de coalición se sustentan sobre fuerzas políticas distintas».
Ha matizado que esas fuerzas pueden tener «planteamientos distintos, como es el caso», y que «pueden hacer reflexiones políticas distintas».
García-Gallardo afirmó el sábado que esa hipersexualización «hace un flaco favor» al problema demográfico porque «la banalización del sexo lleva a que sea un fin en sí mismo, olvidando que su finalidad es la de la procreación» y hace «dedicar la existencia a satisfacer sus deseos sexuales», en lugar de a la familia.
Fernández Mañueco ha asegurado que no conoce esas declaraciones en detalle, aunque ha adelantado que pedirá al vicepresidente de la Junta que le explique «qué es lo que buscaba o que es lo que pretendía con esas reflexiones».
Sobre si comparte que el sexo debe ser para procrear, como señaló García-Gallardo, Fernández Mañueco, ha sostenido que «está todo dicho» con su propia trayectoria vital y la trayectoria del PP.