El exvicepresidenta de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, se da de baja de Ciudadanos tras haber esperado dos meses a que su partido hiciera algo para corregir el rumbo errático de los últimos meses, del que él fue actor político relevante, y tras la ausencia de dimisiones en la Ejecutiva que encabeza Inés Arrimadas. Este 22 de agosto, y a través de Twitter, Aguado ha anunciado que deja de militar en el partido naranja tras nueve años de pertenencia.
Las derrotas electorales y los resultados de las urnas en Madrid, Castilla y León y Andalucía son “motivo suficiente”, en su opinión, para que el partido emprenda un “nuevo rumbo y liderazgo” en un Congreso que fije el futuro del partido. Pero los pasos dados por Arrimadas hacia una refundación de la marca no convencen al exvicepresidente madrileño, que lleva un año y media sin cargos y distanciado de la actual dirección de Ciudadanos.
En junio, Aguado pidió públicamente la dimisión de toda la Ejecutiva nacional y la convocatoria de un Congreso Extraordinario. Pero tras sus críticas, el equipo de Arrimadas solo anunció un proceso de renovación y refundación que, a juicio de Aguado, solo significa “emprender una huida hacia adelante” que no comparte y en lo que “no cree”.
«Ausencia total de estrategia»
A juicio de Aguado, el «problema» no son ni las ideas ni los principios fundacionales del partido, sino «la ausencia total de estrategia, el desgaste de la marca y la falta de un liderazgo capaz de volver a ilusionar a los votantes». «Para poner remedio a eso, o al menos intentarlo, no hace falta una refundación, sino un Congreso», ha incidido.
En el caso de que la refundación «fuera necesaria», Aguado cree que «tendría que ser impulsada por una nueva Ejecutiva y no por la misma que lleva tres años encadenando un fracaso electoral tras otro» desde el traspaso de poderes de Albert Rivera a Inés Arrimadas.
«Lamentablemente, no parece que mi petición o mis argumentos hayan tenido algún tipo de efecto sobre quienes deben tomar estas decisiones» y explica que es algo que «siente de veras». «No parece que mi petición o mis argumentos hayan tenido algún tipo de efecto sobre quienes deben tomar estas decisiones»
«Mi paso por Ciudadanos acaba hoy, pero mi amor por España y mi empeño por legar a mi hijo un país de ciudadanos libres e iguales seguirán vivos para siempre», ha concluido.
A Aguado ya se le olvidó cuando estaba de vicepresidente en la comunidad de Madrid y le hacía el trabajo sucio a Pedro Sánchez con mociones de censura y navajas traperas a Ayuso. Escuchó cantos de sirena y ahora se va con el rabo entre las patas. Pero claro, aquí no asume nadie responsabilidades y la culpa siempre es de los demás.