La competencia existente entre comunidades autónomas al anunciar rebajas fiscales para sus ciudadanos y la eliminación de algunos impuestos ha provocado que se encienda la polémica sobre su gestión.
Todo ello a falta de sólo unos meses para que dé comienzo el año electoral de 2023, cuando están previstos comicios municipales, autonómicos y nacionales.
El último caso es el de Andalucía, al comunicar de la mano de su presidente autonómico, Juanma Moreno, la supresión del Impuesto de Patrimonio, que ha generado una discusión entre los diferentes partidos políticos.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha avivado más el tema al pedir una mayor centralización fiscal del Estado para evitar el «despropósito» de la competencia tributaria entre comunidades.
Escrivá, que ha precisado que hacía estas declaraciones a título personal, ha defendido la adopción del llamado «modelo australiano». Basado en calcular el volumen de gasto por habitante necesario para prestar los servicios y en que posteriormente sea el Estado el que transfiera los recursos correspondientes a las regiones.
La oposición y el Gobierno, en contra
La recentralización planteada por el ministro de Seguridad Social ha sido rechazada por el PP de Alberto Núñez Feijóo, que ha instado a «no hacer demagogia» con la política fiscal y a respetar la autonomía y competencias que tienen los gobiernos regionales.
El propio Gobierno tampoco ha apoyado la tesis de Escrivá, y su portavoz, Isabel Rodríguez, ha descartado que el Ejecutivo estudie centralizar impuestos pese a sus críticas ante los anuncios de comunidades gobernadas por el PP de rebajar o suprimir algunos tributos.
En este sentido, Rodríguez ha insistido en que el Gobierno entiende que cualquier modificación en el ámbito fiscal debe enmarcarse en el modelo de financiación autonómica.