Tal como exige Bruselas, el Gobierno ha aprobado hoy el nuevo plan de ahorro energético para el invierno. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, lo ha llamado “Plan Más Seguridad Energética”, y cuenta con 73 medidas de seguridad energética. Con ellas se busca alcanzar un ahorro de entre el 5% y el 13,5% en la demanda nacional de gas entre los meses de agosto y marzo, tomando como referencia la media de los últimos cinco años.
Esas medidas se centran especialmente en el ahorro y eficiencia de energía, el apoyo a la transición ecológica, la protección del consumidor y la autonomía. Unas medidas que pueden ajustarse al devenir de la guerra en Ucrania, y que se unen a la exención ibérica puesta en marcha hace unos meses.
Teresa Ribera ha mencionado también que España se ha convertido en una “batería” a la hora de suministrar electricidad tanto a Portugal como a Francia, dos países muy afectados respectivamente por la sequía y por los problemas de sus reactores nucleares. Ribera defiende que, en agosto de 2022, sin las medidas que ya se han adoptado, la factura eléctrica habría sido un 33% más cara. Por hablar de cifras, la vicepresidenta calcula que el ahorro es de 2.800 millones. Otro de los temas que preocupan a los países europeos es el almacenamiento de gas de cara a un posible corte total del suministro por parte de Rusia. En ese sentido, las reservas españolas están al 90%, y en el caso del gas natural licuado, al 79%.
Si hablamos de la solidaridad entre países europeos, en Francia, la mitad de sus centrales nucleares están paradas. Por ello, el país galo ha pasado de exportador de energía a importador, especialmente de países como España, Alemania o Bélgica. También Portugal recurre a España, debido a que la sequía impide a nuestros vecinos emplear la energía hidráulica. Así, España está suministrando el 35% de la demanda energética de Portugal y entre el 4% y el 5% de la francesa.
En qué consiste el plan de ahorro energético
El plan diseñado por el Gobierno establece que todas las administraciones públicas deben analizar su consumo energético, así como identificar medidas para reducirlo si tienen margen para ello. Por ejemplo, no se hace referencia específica a uno de los mayores gastos energéticos que tendremos próximamente: el alumbrado navideño.
También incluye 500 millones en ayudas para el autoconsumo, se amplía la protección de los hogares vulnerables, se realizará una campaña de divulgación, y habrá novedades en la factura. Y es que el recibo incluirá un comparador de consumidores con el mismo código postal: el objetivo, saber cuánto consume nuestro vecino para detectar si hay margen de ahorro. Esta medida está a la espera de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia regule cómo debe ser el tratamiento de esa información para hacerla debidamente anónima. Además, se va a sustituir los contadores de gas, pero el coste adicional de los nuevos dispositivos digitales lo cubrirá el ministerio, de forma que el cliente pague lo mismo que con el contador analógico. La dotación para este apartado será de unos 40 millones de euros para los dos próximos años.
Todo esto, como medida para frenar la crisis energética que se ha visto aumentada por la invasión de Rusia en Ucrania. A ese respecto, Teresa Ribera ha querido destacar que “si en enero de 2021 el gas ruso suponía el 40% de la demanda de la Unión Europea, hoy apenas supone el 7,5%”.