¿Se estanca Feijóo? La pregunta surgía en los ámbitos políticos tras el duelo del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del líder de la oposición en el Senado, y de los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Que el instituto no otorgue el liderazgo en sus encuestas al líder conservador no sorprende a propios ni a extraños, pero lo que sí parece empezar a ser unanimidad entre los expertos de comunicación política y en las propias filas de los populares es que el líder de la derecha no acaba de encontrar su sitio en sus duelos con el presidente.
Los datos del instituto que dirige Jose Antonio Tezanos han constatado que Sánchez sigue disputando el primer puesto en línea con los anteriores sondeos, pero veamos los datos bajo el prisma de otro experto en datos y sociología política.
Para Carles Salom, estratega y analista electoral de Rubicón, agencia de comunicación política, desde mayo, el escenario electoral era de una clara hegemonía del PP+VOX, con una mayoría absoluta consolidada. Sin embargo, la movilización de Moncloa, que ha dado la orden a sus ministros de mostrar proactividad y dotarse de una agenda propia de una campaña electoral, parece estar calando y el guion político ha sufrido un ligero giro en el que las dos derechas se sitúan a dos puntos de perder esa tendencia a favor. Así, según los datos que maneja Salom, el PSOE recupera 0,6 puntos en el último mes.
Sánchez en Europa y Calviño en economía
Moncloa parece entender que Sánchez ya no es el activo electoral que era años atrás y ha cambiado de estrategia apostando por una función coral de los miembros del Ejecutivo donde cada uno tiene su espacio para los mensajes y las políticas. El refuerzo más importante le ha llegado de la mano de Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Economía, dando el contrapunto en materia económica a Feijóo y respondiendo a Espinosa de los Monteros, líder de Vox.
El cambio en sus políticas para acercarse a la sociedad y el marcaje en su relato de la brecha entre ricos y pobres, para marcar distancia con su socio en el Gobierno, también ha ayudado en esta sinergia. Las medidas del Ejecutivo contra el impacto de la crisis geopolítica desatada tras la guerra de Rusia contra Ucrania, sumadas a una activa presencia internacional y política europea del Presidente, han arrojado buenos resultados en este escenario de recuperación para la fuerza progresista.
Sin embargo, el presidente sigue sin subir en valoración. “A la espera de Yolanda Díaz, el electorado de izquierda aún no sabe qué esperar del espacio a la izquierda del PSOE. Mientras eso no ocurra, la transferencia del PSOE a Podemos es de 134.000 votos a favor del PSOE”, explica este analista.
Feijóo empata con Sánchez
Algo parecido le sucede a Feijoó. Se estanca, decrece en valoración y empata con Sánchez entre los electores de centro. “No es solamente que el efecto ilusión haya terminado, sino que más allá de una rebaja de impuestos, no ha presentado ninguna gran idea de futuro para el país. No capta voto porque está defraudando. Desde que salió en marzo lo único que ha hecho es decir: bajen los impuestos. No ha dibujado una idea de país, y frente a eso no tiene nada que ofrecer al centro. Sánchez, en cambio, está en los consensos sociales: impuesto a la banca, a las eléctricas, a los ricos… y en política internacional, donde él trabaja bien. Y aquí, a modo coral, con Calviño y Montero”, explica este experto como una de las posibles causas.
Ni siquiera la sangría que sufre VOX, que cede 1 de cada 4 electores al PP, unos 774.000 electores en el último mes por sus guerras internas, le aúpan en las encuestas. Y un dato importante, el líder gallego aún no ha superado los máximos de Casado en valoración del 74% entre los suyos.
El escenario de supremacía de la derecha que veíamos en junio, se empieza a desmoronar. La izquierda recupera el 41% de los votos válidos, y el bloque de la derecha está a dos escaños de perder la mayoría. El principal punto de ventaja de Feijóo es el casi 8% de electores que está logrando del PSOE. Mientras la izquierda no logre cerrar esa transferencia entre los bloques, solo le queda confiar en movilizar a toda la izquierda.
Feijoó aún tiene que diseñar su hoja de ruta. Tiene por delante una ingente tarea, soldar un partido y presentar un plan para España porque ya no sirve aquel que presentó su antecesor, Pablo Casado, en el que había, según aseguraban los populares, las primeras leyes que iban a llevar al Consejo de Ministros.
Génova dice estar inmersa en la elaboración de propuestas y el líder gallego mantiene una activa agenda en la sombra y pública con diversos sectores sociales para conocer sus preocupaciones y reclamaciones. Entre sus grandes preocupaciones radica la situación de las familias y la pobreza infantil.
Quedan también por dibujar un mapa de actos en todos los territorios. Uno de los primeros que realizará será en Barcelona dirigido a desterrar a Vox en un tema, el de la ocupación de viviendas, que ha protagonizado esta formación en los últimos tiempos y que, según dicen, se ha agravado con la crisis económica. “Migración, ocupación, política internacional, ayudas sociales… son los temas que se disputa con la derecha más radical, pero el PP ahora está a otra cosa; ellos querían el centro, no disputarle electorado a Vox”, afirma Salom. Liderando este tema consiguen marcar perfil en Cataluña y evitar el debate identitario y lingüístico en el que Feijóo prefiere distanciarse.
Lo que está claro es que sigue jugando en desventaja. No bastan los duelos en el Senado que han revitalizado la cámara porque Sánchez siempre tendrá más espacio y tiempo que su principal oponente.