jueves, noviembre 21, 2024
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Los árboles del Retiro contarán con la última tecnología para evitar más desgracias

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 Un radar para conocer el estado de las raíces, resistógrafos para los troncos y tomógrafos de sonido y ondas eléctricas, es decir, instrumentos de la más alta tecnología, descubrirán el 90 por ciento de patologías no visibles, como pudriciones, en una primera selección de 814 árboles en el parque del Retiro, como ha detallado este martes el comité de expertos constituido en julio, tras la muerte del primer madrileño en los últimos meses por  la caída de una rama.

Los expertos han tenido en cuenta los aproximadamente 20.000 ejemplares del Retiro y de ahí han hecho un inventario visual, en función de unas características no ocultas, para seleccionar 814 ejemplares que, como han subrayado, no son peligrosos sino que son sospechosos por, por ejemplo, la especie, la inclinación o la edad.

Con la aplicación de la más moderna tecnología se puede conocer el estado del árbol por dentro y de ahí se puede deducir un umbral de riesgo. El siguiente paso es optar por la poda, la tala o el cableado. Posteriormente, en unos 15 o 20 días se pondrá en marcha un plan de gestión del arbolado del Retiro.

Ya se ha actuado sobre los más peligrosos

La primera de las herramientas empleadas ha sido el Tree Radar, que permite conocer la profundidad y densidad de las raíces. Este aparato no existe en España -sólo se ha utilizado en el país dos veces con anterioridad, en el Jardín Botánico de Madrid y en el Metro de Málaga–  y se tuvo que traer desde Inglaterra.

Ya ha actuado sobre 108 árboles del Retiro, los considerados «más peligrosos», en palabras del responsable municipal de Jardines Históricos, Santiago Soria.

La información del Tree Radar se envía a Estados Unidos, donde se procesa. Ahora mismo este instrumental ha tenido que regresar a Londres pero está previsto que vuelva para nuevas mediciones en el Retiro.

Los tomógrafos también son novedosos en España. Dos son los que se están empleando en el Retiro para conocer las patologías ocultas de los troncos. El primero es el sónico, que mediante la velocidad de la transmisión del sonido se puede detectar si hay madera sana, un hueco o una pudrición. Para concretar cuál de estas dos causas es se aplica la técnica del tomógrafo de ondas eléctricas.

Para ello se colocan unos diez o doce clavos alrededor del tronco y mediante estas ondas se puede saber si es madera podrida lo que hay dentro o huecos.

El tercer aparato empleado es el resistógrafo, una aguja que entra en la madera a una velocidad continua y detalla la resistencia de la madera. También detecta cuando hay un hueco en el interior del tronco o una pudrición no visible. Con este instrumental se cuenta, en palabras de Santiago Soria, «con un 90 por ciento de posibilidades de hacer un mapa de cómo está el árbol».

Ningún árbol peligroso

El mismo responsable de Jardines Históricos ha asegurado que esta selección de 814 árboles no implica que sean ejemplares peligrosos. Preguntado cuántos de estos hay en el Retiro ha asegurado, de manera rotunda, que «ninguno» ya que cuando se da con uno de ellos «se quita». «Lo que tenemos son sospechosos de peligro por, por ejemplo, la especie», ha manifestado.

Así, ha explicado que tiempo atrás se plantaron olmos de Siberia para contrarrestar una enfermedad entre el arbolado pero ha resultado que a partir de los 50 años sus ramas son peligrosas. La conclusión es que este tipo de árboles no se incluirá en el plan de gestión anunciado.

Lo mismo ocurrirá con las falsas acacias, después de conocerse que las antiguas podas de terciaria acarrean pudriciones y menor resistencia de los troncos. En el plan se incluirá que no se pueden podar las ramas gruesas de este tipo de árbol.

Por su parte, la directora general de Gestión Ambiental del Ayuntamiento de Madrid, Marta Alonso, ha afirmado que «por supuesto» se trasplantarán las conclusiones del comité de expertos del Retiro al arbolado de alineación en función de sus características.

Soria, de nuevo, ha sido quien ha asegurado que el Ayuntamiento de Madrid está «haciendo todo lo que puede hacer» después de la caída de dos ramas que mataron a dos ciudadanos en poco más de tres meses. «El Ayuntamiento está haciendo todo lo que puede hacer, se está gastando dinero, formando gente y haciendo un esfuerzo titánico», ha apuntado.

En cuanto a qué cantidad podría suponer estos estudios, el técnico ha apuntado que serían unos 30.000 euros pero que esta cantidad no es un pago añadido que tengan que hacer las arcas municipales ya que los contratos integrales exigen a las empresas que lleven a cabo esos estudios necesarios. «No ha habido que aprobar dinero extra», ha reconocido.

Sobre la posibilidad de señalar los árboles del Retiro que se están analizando dentro de ese grupo de 814, el responsable de Jardines Históricos cree que no tendría sentido y que instalar esos carteles recordaría más bien a un «cementerio de gatos». «No es un secreto pero no le veo sentido», ha opinado.

Santiago Soria ha defendido que la falta de personal denunciada por sindicatos y oposición es «absolutamente falsa» ya que es «el mismo que antes». «La reducción de personal no ha afectado a ningún podador (en el arbolado de alineación) y en el Retiro ha pasado al revés porque están todos los podadores del Ayuntamiento y con el contrato integral la empresa aporta podadores nuevos», ha asegurado.

En este sentido, Ángel Muñoz, de Patrimonio Nacional, ha aseverado que la ratio de personal por hectárea en el Retiro es de «cuatro, cinco o seis operarios» cuando en los jardines de Versalles «o llega a esa ratio ni mucho menos».

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