La excandidata de IU a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Tania Sánchez, ha remitido una carta a los militantes de la formación donde ha pedido «disculpas de corazón» a quienes no comprendan su decisión de abandonarla para impulsar un nuevo proyecto político, y ha dicho que, frente a quienes piensan que esta decisión es una traición a las personas que apoyaron su candidatura en las primarias, a su entender, «traicionar esa ola de ilusión sería adoptar caminos que frustran el cambio en Madrid».
«Mucha gente pensará que esta decisión es una traición a las miles de personas que se sumaron a la ilusión por recuperar Madrid. Para mí, traicionar esa ola de ilusión sería adoptar caminos que frustran el cambio en Madrid aunque garanticen la supervivencia de unas siglas», señala el texto, al que ha tenido acceso Europa Press.
Tania Sánchez ha reconocido que «hay miles de militantes que no compartirán esta decisión», pero ha alegado que «ir hasta el final, hasta la victoria que permita Recuperar Madrid, ya no era posible en las circunstancias que la cúpula de la organización está imponiendo». Precisamente, el proyecto político impulsado por ella ha nacido bajo el lema 'Vamos hasta el final'.
Según Sánchez, «ir hasta el final, hasta vencer para conquistar un futuro de dignidad, no será posible sin el concurso de la mejor militancia de Madrid». «No es tiempo de resignarse, es tiempo de salir a por todas, porque ese fue nuestro compromiso, desde aquí hasta mayo, hasta conquistar sol ya no nos para nadie«, ha afirmado.
Antes de concluir la carta pidiendo «disculpas de corazón» a quienes no comprendan su decisión, Sánchez ha explicado que «decidir abandonar IUCM es reconocer que se ha convertido en una herramienta inviable para la transformación, no por sus militantes, que son lo mejor que tiene Madrid, sino por una minoría de bloqueo que no permite que estos se desplieguen y actúen por el cambio».
«Es una conclusión muy dolorosa, y mucha gente no la entenderá ni mucho menos la compartirá», ha reconocido, pero ha afirmado que hay «dos formas de entender IU que se han hecho irreconciliables y que pueden bloquear el cambio en Madrid» y que «en momentos así, hay que adoptar decisiones, y todas son malas, todas tienen riesgo, y todas dejan a gente por el camino».
Según sus palabras, «los últimos meses han sido una montaña rusa para la militancia de Izquierda Unida», que ha pasado por «momentos de infierno, pero también de ilusión y esperanza».
Así, ha afirmado que fue «ilusionante» la decisión de otorgar protagonismo en los procesos de convergencia «a quien, sin duda, para la inmensa mayoría de la militancia está llamado a ser el mejor candidato de IU», en alusión a Alberto Garzón, mientras ha indicado que «fue un infierno ver las siglas de IU vinculadas al enésimo, pero más impactante, escándalo vinculado a Caja Madrid».
Sobre dicho escándalo, ha agregado que «fue un momento de esperanza que se tomara en serio el análisis de lo acontecido en Caja Madrid, y la asunción de responsabilidades políticas del caso que más ha ensuciado la historia de lucha, dignidad y coherencia de la militancia de una organización que hunde sus raíces en la mejor tradición democrática de este país».
«Que en cada nueva encuesta IU apareciera en proceso de caída libre, mientras avanzaba la ola de cambio y superación del bipartidismo responsable de la mayor crisis de régimen que ha vivido el país desde la caída del franquismo, era un infierno», ha manifestado. Sin embargo, ha considerado que «fue un momento ilusionante que se abrieran procesos de primarias abiertas en muchos rincones del Estado para elegir a los y las candidatas para los procesos municipales y autonómicos».
ARREMETE CONTRA «LA MINORÍA ABSOLUTA»
Además ha arremetido contra la «minoría absoluta» de IU, a la que ha reprochado que haya «cerrado los ojos a la ilusión despertada en estos meses», y se haya «empeñado en echar por tierra el trabajo intenso y durísimo» de quienes, «sin complejos», han asumido «la importancia de la ruptura del mapa electoral que otros han protagonizado», convencidos de que «reconstruirlo en una nueva realidad institucional, capaz de transformarlo todo para mejorar la vida cotidiana de la gente, requería de la concurrencia y protagonismo de quienes ya luchaban cuando nadie escuchaba los gritos de indignación».
Asimismo, ha dicho que «tras el debate de la identidad y de las siglas, tras las «imposibilidades estatutarias para actuar», se esconden «quienes llevan años permitiendo que los debates políticos que se reflejan en documentos de análisis y propuesta de acción se traduzcan en estructuras que han bloqueado el desarrollo de la política aprobada», y «que han conformado direcciones incapaces de aplicar las estrategias», diseñadas desde hace diez años, según ha apuntado, «sabiendo que venían tiempos de cambio para los que había que organizar sujetos políticos capaces de conquistar mayorías amplias que cambiaran el país«.
«En tiempos así, ya no sirven negociaciones a puerta cerrada que olviden las profundas diferencias políticas que son evidentes en nuestra organización. En tiempos así hay que saber si somos parte del cambio o parte del pasado», ha agregado.
Sánchez presentó este lunes en el registro de la Asamblea de Madrid su renuncia al acta de diputada por el Grupo Parlamentario de IU-Los Verdes, al igual que su compañera María Espinosa. La renuncia se hará efectiva cuando tome conocimiento de la misma la Mesa de la Asamblea.