Un testigo declaró ante la Guardia Civil que detectó «pequeños micrófonos en las sillas» en una reunión que mantuvo con directivos de la empresa Cofely, relacionada con la trama Púnica.
Cofely pertenece a la rama de actividad del grupo francés GDF Suez, especializada en «instalación, mantenimiento y eficiencia energética», y se benefició de contratos con múltiples ayuntamientos salpicados por la red corrupta.
El ingeniero retirado Pedro García, funcionario retirado del Ayuntamiento de Leganés, explicó que conoció al trabajador de la empresa –muy vinculado al constructor David Marjaliza, considerado cabecilla de la trama— a través de un amigo común.
Acudió posteriormente a una reunión en la sede de la empresa con García, a la que también asistió el directivo de la compañía Didier Maurice, junto a un representante de una empresa de lámparas.
«Durante el transcurso de la reunión se percató de que en las sillas había algo que parecía ser un pequeño micrófono, circunstancias que le molestaron al pensar que esa conversación podría estar siendo grabada sin su permiso», indica la Guardia Civil en un informe incluido en el sumario, al que ha tenido acceso Europa Press.