El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha decidido no recurrir al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para financiar los vencimientos de deuda de este ejercicio y el déficit previsto.
Hacienda había reservado a la Comunidad de Madrid el 9,38% del FLA correspondiente al ejercicio de 2016. Se trataba de un total de poco más de 2400 millones de euros, destinados a vencimientos (1711 millones), pagar las liquidaciones pendientes de abonar al estado (55 millones) y el déficit previsto para 2016: unos 635 millones de euros.
En realidad, el Gobierno que preside Cristina Cifuentes hace un ejercicio de vanidad y de autonomía financiera.
De vanidad, en el sentido de que la calificación crediticia de la Comunidad de Madrid le permite, a diferencia del resto de las Comunidades, el acceso a los mercados de bonos. De autonomía financiera, porque el recurso a los mercados le permite soslayar la condicionalidad que el Ministerio de Hacienda incorpora a los créditos que concede con cargo al FLA.
Las agencias que califican a la Comunidad de Madrid (Fitch, S&P y Moody's) han mantenido o mejorado a lo largo del ejercicio anterior sus calificaciones, sobre la base de que la Comunidad que preside Cifuentes ha tenido acceso a los mercados financieros, donde ha refinanciado toda su deuda y colocado la deuda autorizada correspondiente a 2015, a principios del año anterior.
Por otra parte, El Ministerio de Hacienda, que preside Cristóbal Montoro, exige a los fondos del FLA una estricta condicionalidad. Condiciones que comienzan tanto por una estricta agenda, siete días para elaborar el consiguiente Plan de Ajuste, y los calendarios de pago como para los recortes que ese Plan debe incluir.
A través del plan se deben comprometer objetivos de estabilidad presupuestaria y de ajustes en diferentes materias. La recepción de fondos financieros del sistema de financiación se ajustan, igualmente, a estrictos requisitos de pago y avances en la reducción del sector público. Recurrir al FLA supone tanto recortes adicionales como un mecanismo de intervención de las Comunidades Autónomas.
Con los mercados financieros dispuestos a ofrecer dinero y con una calificación que permite incluso a la banca española descontar los bonos en el Banco Central Europeo, parece que la Comunidad de Madrid podría evadir el control del Ministerio de Hacienda con coste cero o negativo, sin tener que tocar, especialmente, su presión fiscal, condición que han debido aplicar las Comunidades que han accedido al FLA y compromiso programático que Cifuentes mantiene a capa y espada.