A pesar de que este miércoles se hayan desactivado todos los protocolos de contaminación, Madrid sigue mirando al cielo pendiente de la alta contaminación. El Ayuntamiento de la capital podría activar a lo largo de estos días la Fase 3 del Protocolo de medidas a adoptar durante episodios de alta contaminación por dióxido de nitrógeno si se vuelve a superar los 200 microgramos por metro cúbico de aire en las estaciones de Ramón y Cajal y Escuelas Aguirre de la Red de vigilancia de la Calidad del Aire.
Si no bajan los niveles de polución, el Ayuntamiento madrileño aplicaría por primera vez una medida inédita hasta ahora en España. Los conductores madrileños pudieron ayer martes festivo aparcar en cualquier plaza verde y azul de la almendra central, aunque se han mantenido las limitaciones de no circular a más de 70 kilómetros por hora en los accesos a la capital desde la M-40.
De activarse la fase 3 del protocolo se reduciría la circulación a la mitad de los vehículos en todas las calles de la capital situadas entre los márgenes de la M-30 en función de la matrícula. Si el día es par, sólo podrían circular los vehículos cuya matrícula acaba en número par, y, por el contrario, si el día es impar, solo lo harán los coches con matrículas impares.
Además, se mantendría la prohibición de aparcamiento en las zonas verde y azul del SER por parte de los no residentes entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche y sólo podrían dejar su coche en parkings subterráneos. Tampoco se podría seguir circulando a más de 70 kilómetros en las vías de acceso a Madrid.
Solo se salvarían de estas tres restricciones las motos, los vehículos eléctricos, coches de minusválidos y el transporte escolar. Además, el Ayuntamiento de Madrid ha garantizado que pacientes y acompañantes que acudan a un centro médico podrán estacionar sus vehículos en la zona de aparcamiento regulado.
El sábado, se activó una rebaja en el límite de velocidad, en la que era la primera jornada de restricciones con el nuevo protocolo contra la contaminación aprobado por el Ayuntamiento el pasado mes de enero.
– Escenario 1: Limitación de la velocidad en la M-30 y en las carreteras de acceso a Madrid. Se establecerá el límite máximo de velocidad de 70 km/h.
– Escenario 2: Aplicación del Escenario 1 y la prohibición de estacionamiento de vehículos de no residentes en la zona SER.
– Escenario 3: Aplicación del Escenario 2 y la restricción de la circulación por la almendra central a la mitad de los vehículos (dependiendo de si su matrícula es par o impar, coincidiendo con el día de mes).
– Escenario 4: Aplicación de los escenarios 2 y 3 y la restricción de la circulación se amplía a la M-30. Si la contaminación persiste y el Ayuntamiento lo ve necesario, se prohibirá la circulación al 100% de los coches.
La Policía Municipal vigilará escrupulosamente a los conductores para que se cumplan las medidas establecidas en el protocolo y denunciará a los conductores no autorizados. Los agentes de movilidad llevarán a cabo chequeos aleatorios en todos los distritos afectados.
En caso de aplicar el escenario 3, el Ayuntamiento de Madrid pondrá en marcha medidas de refuerzo del transporte público (Cercanías Renfe, Metro de Madrid y EMT e interurbanos) y recomienda su uso mientras duren las medidas de restricción del tráfico. Según la información facilitada por el Ayuntamiento, los ciudadanos estarán informados de estas restricciones a través de la web municipal, los paneles informativos de tráfico y las redes sociales.
Grandes ciudades que lo hacen desde hace tiempo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) subraya que superar los límites de 200 microgramos de dióxido de carbono por metro cúbico son muy perjudiciales para la salud. En otras ciudades europeas como Londres, Roma, Milán, Atenas, Budapest o Berlín viene siendo habitual desde hace tiempo este tipo de restricciones al tráfico por altos niveles de contaminación. París la pionera en Europa en adoptar esta medida a finales del siglo XX y, según datos oficiales, el tráfico cayó el primer día que se implantó esta medida un 20 por ciento y las emisiones de dióxido de nitrógeno lo hicieron un 15 por ciento.
Santiago de Chile, Sao Paolo, Nueva Delhi o Pekín son otras megalópolis en las que también se ha recurrido a esa medida para luchar contra la contaminación.
Samuel Jiménez