El antiguo mercado de abastos de San Fernando, emplazado en el número 41 de la calle de Embajadores y propiedad del Ayuntamiento de Madrid, vive una guerra interna por las imposiciones de los colectivos afines a Ahora Madrid. Algunos miembros de asociaciones como el Patio Maravillas o Tabacalera llegaron a las instalaciones a coste cero cuando el mercado estaba cerca del cierre total y gracias a una serie de concesiones por parte de la junta directiva de la asociación de comerciantes, muy cercana a Jesús Martín Díaz, coordinador del distrito Centro. Ahora, cuatro años más tarde de su 'okupación' permitida y con Ahora Madrid en el poder las ideas de estos colectivos se han hecho con el control del mercado, pero a esta pequeña dictadura le ha surgido un rival que no quiere ver como el lugar por el que tanto han luchado se convierta en un espacio político. Se trata de un pequeño grupo de comerciantes que abrieron sus locales de manera legal y que han transformado al mercado de San Fernando en un espacio gastronómico y de ocio.
En 2012, el gerente del mercado de San Fernando, Víctor Alonso, desesperado por la ausencia de proyectos, convenció a la Junta Directiva de la asociación de comerciantes para que cedieran varios locales vacíos a miembros de colectivos como el de 'Tabacalera' o 'Patio Maravillas'. La idea funcionó y en muy poco tiempo el mercado se convirtió en un referente del comercio justo y la sostenibilidad. Aunque este resurgir no sólo ha sido gracias a las personas asociadas a los movimientos 'okupas', sino que también ha influido la gran cantidad de locales de restauración que han abierto a lo largo de los últimos cuatro años y que han llegado a través de traspasos de locales o pagando anualidades como marca la Ley.
Precisamente, son estos comerciantes los que se han revelado ante lo que ellos creen que se ha convertido en una dictadura del Patio Maravillas. Hace tan sólo tres semanas, una nueva Junta Directiva llegaba al poder de la asociación de comerciantes del mercado de San Fernando y con ellos una guerra interna dentro de sus instalaciones. José Roncero Siles, presidente de la Junta Directiva y vocal vecino de Ahora Madrid (cargo por el cual cobra cerca de 700 euros del Ayuntamiento de Madrid), ha impuesto una serie de normas fijadas en un reglamento interno que dejó de aplicarse hace cuatro años. Entre ellas destaca el horario de apertura de la instalación. Desde su aterrizaje en la presidencia de la asociación de comerciantes el mercado abre de 10.00 horas a 14.00 horas de la tarde y de 17.00 horas a las 20.00 horas de la noche. Esta medida ahoga a todos los locales dedicados a la restauración y la hostelería. Muchos de ellos no han respetado este nuevo horario y por lo tanto han sido multados por la Gerencia del mercado en base a la normativa de la asociación de comerciantes.
Reuniones de 'okupas'
El enfado con los horarios se ha visto agravado por las reuniones políticas y sociales que se han dado en la sala de juntas (costeada por todos los comerciantes) fuera del horario de apertura. «Se nos ha colado en el mercado el Patio Maravillas. En una sala de juntas pagada por todos los comerciantes se están celebrando reuniones de contexto político que tienen que ver con este colectivo, entre otros muchos. Los comerciantes no entendemos por qué sucede esto, cuando por votación se aprobó que esta sala sólo la podían utilizar los comerciantes», explica una fuente conocedora del problema.
De todos modos, el descontento no es sólo con Roncero y con Alonso. También enfocan sus iras en el Ayuntamiento de Madrid al que acusan de gestionar un espacio del mercado para utilizarlo en favor de sus colectivos amigos y no de todas las asociaciones o personas individuales del barrio de Lavapiés. Este local de 150 metros ha sido adquirido por el consistorio madrileño después de que la asociación de vecinos lo tomara en propiedad por impagos del anterior dueño. De momento, el espacio no ha sido reformado y se desconoce cuál será su actividad.
Una inversión de 400.000 euros, al limbo
Además del tema de los horarios y de concesión de locales, este grupo de 'opositores' de Roncero y de Alonso también reclaman un trato injusto a una inversión privada de la empresa Bond 40, que pretendía abrir un restaurante en la parte superior del mercado, con una inversión de cerca de 400.000 euros y que «debido a intereses partidistas todavía no ha podido abrirse». Por último, también reclaman transparencia en todos los contratos que se hacen en el mercado para que no se otorguen a los amigos, siempre según la versión de este grupo de comerciantes. «Es un reparto de amigotes», afirman fuentes cercanas al asunto. Por todos estos motivos, algunos comerciantes hosteleros del mercado de San Fernando han redactado un escrito para informar de la situación y para recoger firmas en contra de esta nueva Junta Directiva.
Por su parte, el concejal responsable del Distrito Centro, Jorge García Castaño asegura no tener nada que ver en este asunto: «El distrito no tiene competencias en este sentido y el tema de horarios de los mercados municipales depende de la Dirección General de Comercio y de las juntas de comerciantes de cada mercado», afirma el concejal presidente del distrito Centro. Con respecto al local de 150 metros que gestionará el Ayuntamiento, Castaño recalca que se trata de una gestión y «no una cesión» a colectivos afines al consistorio madrileño.
Carlos Lospitao