La sanidad madrileña es la partida más relevante de los presupuestos que el Gobierno de la Comunidad de Madrid presentó la pasada semana. Se trata del 41,2% del presupuesto total, asciende a más de 7.632 millones de euros, lo que supondría si nos atenemos a las cifras nominales un aumento de 179 millones de euros respecto al año pasado.
Gestión deficitaria y menor gasto real.
Sin embargo, las cifras que se presentan en los presupuestos no son las relevantes: casi nunca se cumplen. En el año 2015, la sanidad madrileña dispuso de 7.797 millones (una desviación sobre lo presupuestado de 505 millones); a 31 de diciembre de 2016, había dispuesto de 7.950 millones (otros 504 millones de diferencia). De hecho, el Servicio Madrileño de Salud alimenta casi un tercio del déficit público de la Comunidad de Madrid.
En consecuencia, frente a los 7.950 millones dispuestos a 31 de Diciembre de 2016, el presupuesto de la Comunidad de Madrid vendría a suponer un retroceso respecto a lo gastado realmente en salud el pasado año. El Gobierno ha presupuestado para salud 318 millones menos de lo que había dispuesto a final del año pasado.
El gasto en atención Hospitalaria
La atención hospitalaria supone el mayor gasto en salud de la comunidad madrileña: el 66,2% del presupuesto en sanidad. El crecimiento nominal respecto al año pasado que propone el gobierno, inferior a lo realmente gastado, sería de 122 millones.
Esta cantidad, sin embargo, se refiere a gestión general y no a recursos para los hospitales. De hecho, el conjunto de recursos en los hospitales se reducirá en 45 millones de euros, mientras asciende en 167 millones los que administran los servicios centrales (limpieza, seguridad, lavandería, etc.).
Como reconoce el propio libro de presentación de los presupuestos, la inversión en hospitales apenas aumentará un millón de euros, respecto a lo que se presupuestó el año pasado. La inversión rondará los 45 millones. Los montantes mas relevantes serán en equipos, 11 millones, y los del Hospital 12 de Octubre, con seis millones.
En general, se recortan los gastos en casi todos los hospitales. Aunque la Fundación Jimenez Díaz, por ejemplo, aumenta en 23 millones, esta es la cantidad en la que se reduce al Hospital de la Paz. Aumentan levemente el Marañón, Ramón y Cajal y el Hospital de Móstoles mientras se reducen los recursos en el resto de los hospitales.
Atención Primaria.
El presupuesto incorpora 1.894 millones, un 24,9% del total, que suponen un aumento teórico de 41 millones respecto al ejercicio del años pasado. La parte más relevante es la destinada a recetas que aumenta en 11 millones de euros, hasta situarse en 1077 millones, el 57% del gasto en atención primaria, y el 25% del total del gasto sanitario.
El presupuesto afirma una inversión en atención primaria de 22 millones. Sin embargo, solo están previstos nueve millones en nuevos centros en los que destaca el de Mejorada del Campo. Habrá reformas en Villar del Olmo, Ciollado Mediano, Miraflores y Villanueva de la Cañada. Las demandas de centros de salud afectan a una docena de barriadas madrileñas en las que el presupuesto solo se compromete a iniciar las tramitaciones sin impulsar inversión alguna.
Listas de espera
En listas de espera el presupuesto se sitúa en 51 millones de euros, con un crecimiento nominal de 5 millones de euros, respecto al año pasado. Ahora bien, en realidad este aumento oculta un cambio notable en la composición del gasto.
Ciertamente, como señala la memoria del Presupuesto de la Consejería, se destinan 28,2 millones a aliviar la espera en algunas intervenciones quirúrgicas, especialmente implantes, 11 millones. Sin embargo, el pasado año el gasto destinado era de 33,2 millones.
Este recorte y el aumento presupuestario se derivan a un aumento del gasto en personal hasta los 23 millones de euros, diez millones de crecimiento.
Miguel de la Balsa