Nuevo plan del Ayuntamiento de Madrid. Si hace un año el Plan Director pretendía cambiar el modelo de la Policía Municipal, ahora es el novedoso ‘Plan A’ y sus 30 medidas las que buscan transformar la manera de circular en la capital. El objetivo es destruir el transporte privado con el que Manuela Carmena, alcaldesa de la capital, pretende acabar a base de restricciones y penalizaciones. Durante los primeros años del proyecto la guerra al coche privado se hará mediante bonificaciones a los vehículos ecológicos o eléctricos, pero con el transcurrir del tiempo los madrileños que desafíen el nuevo plan ‘A’ de la exjueza se enfrentarán a penalizaciones que pueden llegar suponer la prohibición de circular por la almendra central.
La idea del Ayuntamiento de Madrid y del equipo de Ahora Madrid es que la capital se convierta en un espacio donde predomine la vías peatonales y ciclistas por encima de la circulación de coches privados. Para ello el consistorio promete impulsar la movilidad eléctrica a través de la ampliación de puntos para la recarga de la batería del automóvil o la renovación de la flota del transporte público, así como una serie de incentivos económicos para los taxistas hagan lo mismo con su coches.
Aunque tal vez lo que más llame la atención son las medidas restrictivas que planea implantar Inés Sabanés y su equipo al transporte privado: incentivos fiscales, restricción gradual de acceso, aparcamiento y circulación a los vehículos más contaminantes. Estas son algunas de las trabas que implantará el consistorio madrileño al transporte privado.
El plan se divide en tres fases. Hasta finales del año 2018, la idea es diferenciar horarios para vehículos de servicios CERO y ECO, en el área central que a la vez también podrán estacionar de manera gratuita y sin ninguna restricción en la zona SER. Para 2020, el plan es que a la zona central sólo puedan acceder los vehículos de servicios exclusivamente CERO, ECO y C y limitar el estacionamiento de vehículos sin distintivo ambiental. Por último, en 2025 el Plan ‘A’ deberá de estar instaurado de manera completa y supondrá la sentencia total del transporte privado, sobre todo de aquellos vehículos sin distintivo ambiental que no podrán circular en Madrid.
Lo que sorprende de este nuevo proyecto para cambiar la manera de circular por la urbe son las escasas medidas enfocadas a la utilización del transporte público. Si es cierto que en el epílogo del texto lo señalan como un factor clave para reducir la polución, pero la realidad es que no hay ni una sola de las medidas que haga referencia a un aumento de la flota de autobuses, a un acuerdo con el Consorcio Regional de transporte y la Comunidad de Madrid para reducir el coste del transporte público o alguna idea en concreto para impulsar de verdad la utilización de este antes que el transporte privado.
La única referencia que puede asemejarse con esta idea de potenciar el transporte público aparece en los puntos 9 y 10 que hacen referencia a una priorización semafórica para autobuses EMT y a la creación de Infraestructuras reservadas para transporte público. Es decir, el Ayuntamiento de Madrid pretende llegar a una serie de acuerdos con las distintas administraciones para proyectar carriles de BUS-VAO en autovías que conecten de manera directa con la ciudad o con algunos de los aparcamientos disuasorios que pretende construir el consistorio en estaciones de Cercanías y Metro. Al final, las dos únicas medidas que pueden impulsar el transporte público no dependen directamente de la gestión del Gobierno Local.
Promesa incumplida
Por otra parte, en una de las 30 medidas anunciadas por el Ayuntamiento de Madrid hay una que busca la mejora y la ampliación de la red y la movilidad ciclista. En este sentido han anunciado la creación de una red de itinerarios ciclistas segura, eficaz e integrada con los demás medios de transporte con el objetivo de alcanzar una cuota en la distribución modal del 5 % de los desplazamientos en 2025. En una primera fase (2017) se ejecutarán 30 Km de nuevos carriles bici en vías principales de la ciudad. Habrá que vigilar que la Comisión de Calidad del Aire y la Ponencia Técnica, creada para controlar el cumplimiento del Plan ‘A’ cumple con lo redactado en este texto porque Ahora Madrid ya prometió a su llegada al poder que en 2017 Madrid contaría con cerca de 70 kilómetros de carril bici antes de 2017 y no lo ha cumplido.
Para potenciar la movilidad de personas en bicicleta Sabanés y su equipo en el punto número 5 del proyecto han redactado una ampliación del sistema de bicicleta pública y la coordinación con el sistema del Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM). Es decir, el consistorio pretende ampliar el número de bicicletas de BiciMAD y el ámbito o las zonas donde estas operan. A pesar de ser una buena idea, el Ayuntamiento de Madrid no ha contemplado en ningún momento la posibilidad de reforzar la seguridad y custodia de estas bicicletas eléctricas que en muchas ocasiones acaban en el mercado de segunda mano en países como Rumanía.
Además, tampoco ha especificado las medidas del nuevo carril bici que pretende construir el equipo de gobierno porque hasta el momento, los kilómetros construidos para esta actividad en la capital no han sido del agrado de los usuarios y de las asociaciones ciclistas que han criticado la peligrosidad de estos debido a la anchura y la falta de separación que tienen con los carriles de los automóviles.
Carlos Lospitao