Una placa con la inscripción “si el eco de su voz se debilita, pereceremos”, del poeta francés Paul Éluard, recuerda, desde el pasado viernes, en Morata de Tajuña, a Luis Javier Benavides, Enrique Valdelvira, Ángel Rodríguez, Francisco Javier Sauquillo y a Serafín Holgado. Los abogados laboralistas asesinados en la matanza de Atocha el 24 de enero de hace 40 años.
A la inauguración de la plaza en su honor asistieron diversas personalidades del mundo de la política, del sindicato CCOO, así como varios alcaldes y concejales de la comarca, que, junto con los morateños, quisieron rendir un sentido homenaje a los letrados asesinados en 1977.
“40 Años después, Morata de Tajuña, como otros tantos pueblos y ciudades de España ya han hecho, salda una deuda de gratitud hacia estos mártires de la democracia, que, sin proponérselo, nos dieron una lección de serena rebelión y propiciaron que, definitivamente, la democracia se instalara en nuestro país”, expresó el alcalde de la localidad, Ángel Sánchez, durante la inauguración de espacio. Un homenaje “necesario a uno de los hitos de la libertad de este país”, según el portavoz de IU, David Velilla, “cuyo motivo no es reabrir heridas”, recalcó.
Espacio de reconciliación
Y es que, como recordó el portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, exministro de Educación y antiguo vocal del patronato de la Fundación Abogados de Atocha, Ángel Gabilondo, “los vecinos tienen que sentir que este es el lugar de todos, es el espacio de la reconciliación de todos los españoles, que pensamos de una u otra manera, pero que, sí queremos vivir juntos, en paz y democráticamente”.
Una idea de reconciliación y de justa memoria a los asesinados por sus ideales que estuvo muy presente a lo largo de todo el acto y que, por momentos trasladó a los asistentes a aquellos duros momentos de la Transición, como recordó el director de la fundación Abogados de Atocha, Francisco Naranjo: “El silencio de ese entierro dolía más que los disparos”.
Un homenaje a los Abogados de Atocha, cuyo recuerdo, desde este viernes quedará grabado en el callejero de Morata de Tajuña para recordar que, hace 40 años, cinco jóvenes letrados laboralistas perdieron la vida por defender los valores democráticos.
José Casanate