Morata de Tajuña volverá a convertirse, como cada Jueves Santo, en la Jerusalén de hace 2.000 años. Por un día, cerca de 500 vecinos serán apóstoles, legionarios romanos e israelitas dispuestos a revivir, a través de 10 escenarios, los últimos días de Jesús de Nazaret.
Será el próximo 13 de abril, cuando, al caer la noche, las palmas y las ramas de olivo den la bienvenida a la localidad a Jesucristo. Un momento para el que los vecinos ensayan durante semanas con el objetivo de que los 15.000 visitantes que acuden cada año revivan la Pasión a tan sólo 35 kilómetros de Madrid.
Además de ser una de las Pasiones con más trayectoria de la Comunidad de Madrid -este año celebra su XXXI edición-, la de Morata puede presumir de ser la única en el mundo que cuenta con la bendición apostólica, que, otorgada por Juan Pablo II, asegura la bendición a todos aquellos que participan en ella y que la contemplan.
Mucho más que Pasión
Un evento multitudinario declarado de Interés Turístico Regional en el que no falta ni la música, ni la gastronomía ni el turismo. A lo largo del día, en la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción y en la plaza Mayor, se podrá disfrutar de tres conciertos, uno de ellos de música sacra; también habrá visitas guiadas al Museo de la Batalla del Jarama, a la iglesia, a la ermita de la Virgen de la Antigua y al Museo de la Molinería.
Actividades, todas ellas gratuitas, a las que se les sumará un mercado de productos artesanos, que trasladará a los visitantes al Jerusalén de la época de Jesús; y los “pasioncitos y las tentaciones”, dos postres inspirados en la representación, y que ya forman parte de la famosa oferta repostera morateña.
José Casanate