Javier Barbero, concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, sufrió hace año y medio un supuesto escrache por parte de su propio colectivo, la Policía Municipal. En ese entonces, el edil denunció haber sufrido insultos y amenazas por parte de algunos de los agentes del cuerpo local. Al final, el asunto no pasó a mayores y todo parecía olvidado, pero hace menos de una semana la concejalía de Seguridad anunciaba la apertura de varios expedientes a seis policías municipales que participaron en el supuesto escrache. La medida no ha sentado nada bien dentro del Cuerpo Local. De hecho, la indignación es el sentimiento generalizado en todos los agentes de la Policía Municipal, según los sindicatos policiales. «No entendemos esta actuación cuando ya ha pasado más de año y medio desde los incidentes. Además, entendemos que quien provocó esa situación fue el propio Barbero», afirman José Francisco Horcajo, responsable del colectivo de Policía Municipal en CSIT.
La Policía Municipal de Madrid abrió un expediente sancionador a seis agentes del cuerpo por considerar que cometieron dos «faltas graves» durante la protesta de febrero del año pasado contra el edil de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, a quien insultaron y persiguieron, según la versión del propio concejal. Los expedientes han sido emitidos desde el departamento de Régimen Interno, que está en el mismo edificio de la Dirección del Cuerpo Local, que depende indirectamente de la concejalía de Seguridad. La apertura de expedientes por la protesta obedece en la «grave desconsideración» a los superiores y en la «infracción de deberes u obligaciones legales inherentes al cargo o la función policial», según la versión de la Dirección.
La sanción a estos seis agentes está relacionada con la protesta del 16 de febrero de 2016 por la decisión del Ayuntamiento de suprimir una de las Unidades Centrales de Seguridad, a la que asistieron unas 200 personas, algunas de las cuales insultaron y golpearon el coche del concejal de Seguridad de la ciudad. En concreto, fuentes municipales aseguran que los agentes incumplieron la ley orgánica 4/2010, del 20 de mayo, por la que se aprobó el Reglamento Disciplinario del Cuerpo Nacional de Policía, aplicable a los Cuerpos de Policía Local. Lo que resulta curioso es que Barbero sancione a seis de sus trabajadores por realizar un escarche, cuando él había participado en muchos otros antes de ser un cargo público, como ya publicó Estrella Digital hace más de un año.
Pero la versión de los policías es bien distinta a la ofrecida por la concejalía que dirige Barbero. «En su día ya dijimos que ese altercado se podría haber evitado porque pensamos que Barbero provocó a las personas que se manifestaban en la calle al pasar por en medio de la concentración», explica Horcajo. Además, las centrales no entienden el porqué de estas sanciones cuando ya ha pasado cerca de año y medio desde que ocurrieran los hechos.
«No tenía sentido en su momento, pero mucho menos ahora», afirma Horcajo. En este sentido, el responsable sindical tiene la creencia de que estos expedientes pueden ser una medida disuasoria para futuras manifestaciones. «Entendemos que esto puede ser una llamada de atención para que si decidimos volver a salir a la calle nos lo pensemos dos veces ante la posibilidad de que nos expedienten», argumenta Horcajo.
Una sanción premeditada
De hecho, en las centrales creen que esta sanción no ha llegado ahora por casualidad. «Los ánimos están muy caldeados y en la Dirección lo saben. Por este motivo han lanzado ahora los expedientes, para calmar los ánimos de una posible manifestación», afirma Horcajo. «Sabemos que dentro de la Dirección hay mucha gente que proviene del mundo sindical y por lo tanto conocen cómo se trabaja y son buenos en pulsar el ánimo de la gente», añade el responsable de la central.
Los seis agentes expedientados se encuentran muy preocupados y a la espera de los que les pueda ocurrir, según fuentes cercanas. En principio, cada uno de ellos han recibido dos expedientes, según Horcajo. Esto supone que están a tan sólo un expediente de ser expulsados del cuerpo local. «Aunque al final no prosperen esto es un asunto que les quita el sueño y un mal trago para dos ellos», afirma Horcajo.
De todos modos, esto no es si no un capítulo más de la pésima relación que mantienen la Policía Municipal y el Consistorio. «Las cosas no es que no hayan mejorado con Ahora Madrid, sino que han empeorado. Y esto no lo vemos con otros colectivos dentro del Ayuntamiento de Madrid. A nosotros nos aprietan y no nos atienden como es debido. Están las cosas muy revueltas. Son peores que el anterior equipo de gobierno porque están haciendo una guerra sucia», afirma Horcajo. A pesar de esto, las centrales se muestran predispuesto a negociar. «Queremos hablar con ellos y que recapaciten sobre todo lo que está sucediendo porque no creo que quieran tener a 4.000 agentes cabreados patrullando las calles de Madrid», sentencia el responsable sindical.
Carlos Lospitao