Las Marchas de la Dignidad han vuelto a sacar a las calles de Madrid a miles de personas procedentes de todas las comunidades autónomas para protestar contra la corrupción, la precariedad laboral, la privatización de los servicios públicos y el deterioro de educación y sanidad.
En 200.000 personas han cifrado los responsables de la Coordinadora Estatal de las Marchas el seguimiento de la movilización bajo el lema 'Paz, trabajo, techo e igualdad', mientras que la Delegación del Gobierno en Madrid ha cifrado los participantes en unos 6.000.
Los organizadores han considerado la marcha como «muy positiva y con más gente de la esperada», según la integrante de la coordinadora Silvia Salamanca, que ha agregado que «era muy necesaria porque la lucha en la calle es el único camino». «Tras un largo período de desmovilización, estamos muy satisfechos con la respuesta ciudadana», ha indicado.
Los participantes llegaron a Madrid en 200 autobuses para integrar las cuatro columnas que confluyeron en la manifestación unitaria que inició su recorrido en la Fuente de Neptuno. Las columnas se corresponden con los puntos cardinales de los que han llegado manifestantes a Madrid: Libertad (sur), Igualdad (este), Unidad (oeste) y Solidaridad (norte).
La 'Solidaridad' agrupa los manifestantes procedentes de Galicia, País Vasco, Navarra, La Rioja, Asturias, Cantabria y Castilla-León; 'Igualdad' acoge los de Cataluña, Valencia, Aragón, Murcia y este de Castilla-La Mancha; 'Unidad' llega desde Extremadura y oeste de Castilla-La Mancha y 'Libertad' de Andalucía. Además, están las columnas del Bloque Combativo de clase, integradas por sindicatos y colectivos alternativos, y las de Memoria Histórica y Pensiones.
Entre los participantes se encontraba el Coordinador Estatal de IU, Alberto Garzón, para quien el éxito de las Marchas demuestra el «descontento generalizado» ante la corrupción del PP. Éste ha destacado la necesidad de continuar con la «lucha en las calles» y que los partidos políticos de izquierdas apoyen estos movimientos, ya que hay que demostrar que son «la alternativa para construir un nuevo país».
También han asistido el concejal de IU en Madrid, Mauricio Valiente, los dirigentes de Podemos, Íñigo Errejón, Rafa Mayoral y Alberto Rodríguez y Diego Cañamero, y el responsable del Sindicato de Obreros del Campo, Andrés Bódalo. Durante dos horas, los asistentes han coreado lemas como «Partido Popular a Soto del Real, esto tiene que cambiar» o el «ni un paso atrás» que entonaban los estibadores.
La marcha ha discurrido en un ambiente festivo y sin que se registraran altercados hasta su llegada a la Plaza de España, donde ha finalizado el recorrido y se ha leído una manifiesto. STOP Desahucios, Servicio de Ayuda a Domicilio, Sindicatos de Ayuda a la Enseñanza, colectivos LGTBI, los trabajadores de Coca-Cola, las 'kellys' y sindicatos como Alternativa Sindical de Trabajadores de Telefónica han participado en la lectura del mismo.
Entre las reivindicaciones que se han escuchado durante la jornada figuran la defensa de los servicios públicos, la igualdad de mujeres y hombres, el fin de la violencia machista, la derogación de la 'Ley Mordaza' y el fin de la «permisividad» con la corrupción. «Es una situación de emergencia social que tiene que dar una respuesta a la clase trabajadora, que es quien sufre el paro y la precariedad», han destacado los portavoces Silvia Salamanca y Víctor Jiménez tras finalizar la marcha. Otra de las peticiones ha sido la libertad de los presos por «defender la lucha social».
Es la tercera manifestación estatal que convoca la Coordinadora de las Marchas de la Dignidad, que nació en 2014, y que según una de sus responsables, Ángeles Maestro, con la movilización ciudadana «se demuestra que para que no nos pase lo de los griegos hay que construir en la calle».
EFE