“Muerte a la Policía”. Este es el lema de un grafiti localizado en el centro dotacional del distrito de Arganzuela, situado en la calle Palos de la Frontera, y dependiente del Ayuntamiento de Madrid. La pintada en cuestión ha levantado un sinfín de críticas entre los madrileños y ya han sido muchos los vecinos que se han quejado del ofensivo ‘eslogan’. Algunos usuarios se han dirigido a Línea Madrid, responsable de la atención e información ciudadana en la capital, para exigir la retirada del grafitti, pero sus solicitudes han sido rechazadas por un motivo, cuando menos, curioso. “No procede la eliminación de la pintada al ser sobre chapa”, alega Línea Madrid.
No retirar el grafiti no sólo supone ignorar las peticiones de los madrileños, sino que también es una vulneración del artículo 510 del código penal: «Serán castigados con una pena de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses quienes públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a aquél, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad».
La indignación por esta pintada también ha florecido en la clase política local. De hecho, Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid ya se ha pronunciado en su cuenta personal de Twitter: “Que se mantenga un mensaje que insulte a la Policía Municipal de Madrid nos insulta a todos”. Aunque la líder de la formación naranja en Madrid hace referencia al cuerpo de seguridad municipal, lo cierto es que el grafiti también puede ir dirigido a los agentes de la Policía Nacional.
Que se mantenga un mensaje que insulte a la @policiademadrid nos insulta a todos
Fuera esa pintada ya!❌https://t.co/BKx7WwRdOI
— Begoña Villacís (@begonavillacis) 4 de julio de 2017
La primera denuncia que llegó a Línea Madrid data del 5 de junio de este mismo año 2017. Ese mismo día, los responsables de la atención ciudadana en Madrid informaron al denunciante que iban a cursar su petición. Tan sólo una semana después Línea de Madrid afirmaba haber tramitado la queja, aunque la realidad es que no fue hasta dos semanas después cuando resolviera el asunto. Durante este tiempo el denunciante no cesó en su empeño de querer retirar la pintada como así lo demuestran los ‘tuits’ enviados desde su cuenta personal de Twitter.
Al final, Linea Madrid alegó que al ser chapa no podían proceder a la retirada de la pintada. Argumento que fue rebatido por el ciudadano que solicitaba la acción: “¿Pueden por favor reabrir o abrir un nuevo aviso? Si no se elimina la pintada por ser chapa, que pinten encima. El mensaje es ofensivo y un delito”. Este mensaje ni siquiera fue contestado por la cuenta oficial de Línea Madrid. El que si obtuvo contestación fue otro emitido el 4 de julio, es decir un mes más tarde de la primera denuncia, en el que el mismo ciudadano denunciaba que había requerido directamente al Ayuntamiento de Madrid la retirada del grafiti, pero que éste no lo hacía. “El expediente está cerrado porque no procede la limpieza de pintadas sobre chapa”, fue el mensaje del departamento de la atención al ciudadano de Madrid.
Carlos Lospitao